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-ᴍᴇsᴇs ᴅᴇsᴘᴜés
NARRADOR|
Ya habían pasado alrededor de tres meses, tres meses desde que han y los chicos se fueron de la casa, tres meses en los que no volvió a saber sobre, han lue. Él ni siquiera se había despedido de ella, no fue capaz de hacer eso y ella seguía preguntandose la razón del cambio de actitud del joven, pero no tenía respuesta.
Cuando paso un mes, la joven pelinegra había intentando volver a comunicarse con él -Lo extrañaba - no obtuvo respuestas en ningún momento, por lo que solo lo intento esa noche, estaba muy borracha como para darse cuenta de lo que hacía.
- Alessandro! - Chillo al sentir las manos del italiano posarse en su abdomen para seguir haciéndole cosquillas.
Si, después de las primeras semanas sin Han, ella siguió su vida, no iba a deprimirse en la cama por un idiota que no supo valorarla como se merecía.
- Ya, ya quieta.- Sostuvo las manos de la morocha sobre su cabeza impidiéndole moverse.
- Sueltame, ahorita.- Ordeno estando debajo del castaño, él se sonrió con malicia sabiendo que ahora tenía el control.- Alessandro, sueltame.- Insistió mientras soltaba risas nerviosas.
- Señorita, creo que llego mi turno de tener el control - Comento de forma coqueta a la vez que con una de sus manos agarraba su corbata que estaba a un lado de la cama para poderle amarrar las manos.
- No, no, no me gustan estos juegos, alessandro.- Mintió, los amaba, aveces.
- Usted es una pequeña mentirosa..
[>>>]
Sus manos tecleaban casi sin ver las teclas de la computadora, se encontraba contestando varios correos sobre compras y/o trabajo también.
Alessandro, salio del baño con solo una toalla envuelta en su cintura mientras que con otra secaba su cabello.
- Hey! Arriba tengo los ojos.- Le llamo la atención cuando se percato de la mirada de la morocha estaba sobre su cuerpo.
- Y quién dijo que yo quería verte los ojos?- Soltó entre risas antes de seguir haciendo su trabajo.
Adoraba al italiano, porque era el único que no confundía los términos y no flashaba amor con ella, en cambio entendía que eran solo amigos con derechos a pesar que también se llevaban de puta madre.
Y podían hacer ambas cosas, follar y ser grandes amigos sin malinterpretar las intenciones del otro, eso era genial.
- Vos sabes algo de lo que esta pasando con wang y jade?- Pregunto mientras el morocho se cambiaba.
Negó antes de ponerse la remera.- No, creo que solo follan y ya.- Comento.- Tu hermano no me ha dicho nada sobre el tema, y sabes que él me cuenta todo.
- No me gusta eso, alessandro.- Dejo la computadora a un lado viendo al morocho con una mueca.
- Por qué? No sabía que eras una hermana celosa o algo así.- La miro con una sonrisa divertida.
- No lo soy, solo que jade siempre termina confundiendo las cosas y termina con el corazón roto.- Comento.- Es mi amiga, no quiero verla mal de nuevo por culpa de mi hermano.
- Ellos tendrán sus arreglos, y ellos deben preocuparse por seguir las reglas, noe.- La tranquilizo.
- lo se, pero eso no calma mi preocupación por mi amiga.
- rilassati, carina.- Pidió en italiano sabiendo que el hecho de escucharlo hablar en italiano era la debilidad de la joven.
- No te ibas?- Pregunto ocultando lo nerviosa que la ponía el acento del joven.
-Si, me voy a trabajar.- Se acerco a ella robándole un beso.- Te veo en la noche, bonita.- Le guiño un ojo antes de irse del cuarto.
- Que hombre..
Se susurro para si misma.
[NOTA ANTIGUA]
[IGNORAR]
Actualizo ahora, porque tal vez mañana no pueda hacerlo❤✨
