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- En la mañana.
Narrador.
Escucho el ruido de gente entrando al comedor, por lo que dejo su teléfono móvil a un lado para prestar atención.
— Buenos días.— Saludo mía antes de tomar asiento en la mesa, que estaba llena de cosas para desayunar.
—Buenos días, mía.— Sonrió levemente antes de beber un poco de su café mientras los demás se iban acomodando en la mesa.
— Entonces, con quién tenías que hablar anoche?— Consulto brian, ella lo miro y enseguida corrió la mirada.
—Oh, con tony.— Mintió ante la atenta mirada de Han.— Cosas que no vienen al caso.
El rubio fruncio el ceño al escucharla, no le parecía algo convincente por lo que miro a Han en busca de otra respuesta; pero él solo se encogió de hombros sin darle mucha importancia para comenzar a desayunar evadiendo la mirada del rubio de forma sutil.
—¿No vienen al caso? Sabes, cuando nosotros hablamos.. Hablamos de temas relacionados sobre sentimientos, y te fuiste corriendo para hablar con esa persona. ¿Enserio fuiste hablar con tony? ¿Tienes algo que decirme?
Todos miraban la situación, se había formado un ambiente algo tenso pero nadie entendía los reclamos de brian, nada de eso venia al caso.
—No, no tengo nada que decirte, porque no eres mi padre para que tenga que contarte mi vida amorosa, brian.— Contesto.
— Dejame ver si estoy entendiendo — Intervino roman. — Te estas viendo de forma amorosa con antony? Wow.. Pense que eras de las que no mezclaba amor con trabajo.
Ella sonrió compartiendo miradas con Han, era muy divertido lo prohibido, tenerlo en secreto era grandioso. Sobretodo cuando se miraban sabiendo todo lo que había pasado la noche anterior entre esas cuatro paredes.
— Señorita, no olvide que en un rato debemos salir para ir a ver el establecimiento del bar y todas sus mejoras.— Entro antony en el mejor momento.
— Claro, solo dejame despedirme de los chicos que ya se irán.— Le sonrió y él le devolvió la sonrisa. Roman no dejaba de verlo de forma sospechosa.
— Roman, ocurre algo?— Le pregunto el italiano sintiendo confuso por la forma en la que lo miraba.
— No, nada.— Contesto rápidamente.
Él asintió antes de retirarse del lugar para esperar a noelia afuera de la casa ya que debían irse.
— Bueno, fue un placer conocerlos y tenerlos en mi casa, y bueno, volverte a ver fue muy lindo.— Se dirigió a brian.— Espero volver a verlos y que todo sea menos caótico que esta vez.— Se levanto.— Debo retirarme, pero si necesitan algo antes de irse pueden hablar con jade.
Ella comenzó a caminar con dos miradas sobre ella, Han y brian. La quedaron mirando hasta que las puertas del comedor se cerraron detrás de su espalda.
Brian, se percato de la mirada de Han sobre la morocha por lo que lo miro fijamente. Cuando han se percato de eso, lo miro y le sonrió de forma inocente antes de levantarse de la mesa e irse.
El rubio sabía que esos dos se traían algo entre manos, pero no sabía que era.
