Congelada y Estática

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He regresado y de verdad que lamento el que a veces pase el tiempo. Necesito encontrar el momento y el modo porque no quiero decepcionarlos. No prometo que este sea un capítulo super feliz, pero espero que les guste de todas formas. ¿Me acompañan?


Capítulo XIV: Congelada y Estática

-¿Y bien? – el Doctor Rodríguez Laforta sorbió su té con una parsimoniosa elegancia que hablaba a las claras de un estatus favorecido - ¿Cómo se ha sentido últimamente?

Maite agradeció que la pregunta no fuera sobre Camino, al menos no da manera tan directa. Sabía que acabaría por tener que hablar de ella, pero prefería que no fuera algo inmediato. Pasaban ya casi seis días desde que Ildefonso se detuvo en su puerta y la llevó a un sitio alejado para contarle su verdad más escondida, más difícil. Casi 6 días de un montón de nada porque no había más que un montón de nada si ella se ponía a valorar lo poco que había sucedido.

-Bueno, prácticamente he terminado mi nueva exposición – expuso intentando mantener el foco de atención en otro tema y viendo como el hombre movía su bigotillo con interés al oírla, pero no hacía ningún gesto o acción. Esperaba más - ¿hoy no va a escribir en su libreta? – preguntó.

-Sólo escribo en ella si lo que se me cuenta es importante. Si son cosas que no tienen trascendencia para las emociones de mi paciente, omito perder el tiempo – lo dijo con un cierto remilgo que molestó visiblemente a la morena – y no me malentienda, sé lo importante que es su obra y su vida artística, me alegra que este en condiciones de cultivarla con tenacidad y sin dificultades, es un gran paso – comentó inmediatamente -, pero usted y yo sabemos que su problema no está en el pincel.

-No tengo nada que decir – señaló la pintora con sencillez.

-Entiendo que no ha podido ver a la joven – aventuró el hombre.

Maite suspiró – En realidad, sí – le contestó con honestidad -, pero como tantas veces, verla una vez más, no ha servido de mucho...

Desde que Ildefonso se despidió aquel día, Maite hizo cuanto estuvo a su alcance por dar con Camino, pero no tuvo éxito en su cometido, al menos por su cuenta. Siempre había algo entre las dos, era como una maldición que las perseguía. O cuando menos a ella. Recordó las pegas que ella misma le impuso a Camino, siendo esta solo una muchacha inexperta cuando su amor apenas daba sus primeros pasos. Sintió que el tiempo le devolvía los sinsabores que vivió la joven por no poder verla con libertad debido las negativas que Maite misma imponía. Temía tanto en aquella época que la relación se dañara o que la sociedad las dañará a ellas, que dejó pasar muchas oportunidades por huir a la soledad y pensarla en silencio. Por no ponerla en un peligro que acabó por atraparlas de igual manera. Ahora, al día de hoy, ella deseaba encontrar a su paloma, pero su paloma parecía cambiar de nido continuamente. ¿Quién huía de quién? Y sobre todo: ¿tenía derecho a una compensación?

Pero necesita a verla, hablar de lo que había sucedido. Los primeros días, la buscó por sus medios y le envió misivas, pero no obtuvo respuesta. Para el tercer de los soles pálidos que pasaron por su ventana, no le importó olvidarse de la cautela, ir al restaurante y buscar a Emilio. Al verla llegar, él lo supo y le contestó sin mediar palabra a su pregunta no formulada todavía. La familia de su cuñado había solicitado que Ildefonso fuera a despedir a su padre y, dado su mal llevar con ellos, Camino decidió asistir con su esposo y su hija para sosegar el mal ambiente. Maite pensó que era una excusa perfecta para huir de ella, demasiado venida al dedo.

Cuando vio a Maite bufar abatida, Emilio se inclinó en el silencio de un restaurante casi vacío y susurró su sentencia.

-Al regresar, en dos días, va a pasar la tarde con mi esposa antes de su marcha, ya sabe, al norte – la morena lo observó para entender qué quería con aquella información, preguntándose que había detrás – no le diré a nadie que usted también lo sabe – agregó el hombre alejándose luego para atender al cliente que acababa de entrar por la puerta.

RenacerWhere stories live. Discover now