CAPÍTULO 7

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-Hasta que por fin llegas David.

-No vayas a empezar, mejor preséntame a la desafortunada.

-A veces me pregunto, ¿De dónde saco tanta paciencia para aguantarte?

-Ya Jason, dime, ¿Es la chica que está ahí con la blusa roja?

-No, está en la cocina, vamos te la presentaré.

Vaya! Hasta andas por su casa como si fuese tuya.- Mi mano cerrada en un puño se estampó en su brazo derecho, siempre de imprudente.

-Angelina.- Ella voltea su cabeza ante mi llamado, tiene el rostro húmedo por el sudor y gotas de este recorren la piel desnuda de su pecho hasta esconderse en sus senos, trago grueso ante las posibles escenas que imagino, dónde la puedo tener así sudada. -Él es mi primo David, es la persona que invité para que me acompañe el día de hoy.

Oh! Yo pensé que... Olvídelo, mucho gusto Angelina.- Ella extiende su mano pero el pendejo de David no reacciona, por lo que lo golpeó con mi codo.

-Yo soy David, eh... El gusto es mío.

-David, ¿Acaso no ibas a presentarte con los demás?

-Sí claro, hasta luego Angelina.

-¿Qué fue lo que pensaste Angelina?

-Nada.

-¿Estás nerviosa?

-No, en absoluto.- Me acerco y aunque su cuerpo tiembla ante mi presencia no aparta su mirada de la mía, a pesar de estar en una situación probablemente incómoda es valiente, eso me gusta.

-¿Necesitas ayuda en algo?

-No, tranquilo, puede ir y compartir con los demás.

-Está bien.- Me doy la vuelta y ella también lo hace para continuar cortando la lechuga para la ensalada, pero debo aprovechar que estamos solos y sacarle información. -¿Te puedo hacer una pregunta personal?

-¿Personal? Mmm... Pues supongo que sí.

-En todo el rato que he estado aquí he visto solo mujeres a excepción de tu hijo, ¿Puedo saber de los hombres de esta familia, es decir tu padre, el padre de Ander?

-No los hay, mi padre es un bastardo y nunca tuvo que ver conmigo, por otro lado el padre de Paz y mi madre se separaron hace un par de años, podría decir que es como un padre para mí y el padre de Ander no está con nosotros.

-¿Están separados?

-Murió, hace 4 meses.

-Lo siento, no quise incomodarte con eso, fue imprudente de mi parte.

-No se preocupe, usted no sabía.

-Estoy muy apenado, es que te ves siempre tan sonriente y Ander parece un niño feliz, jamás me hubiese imaginado que estaban pasando por ese doloroso hecho.

-Trato de seguir adelante, no me gusta causar lástima por eso no le cuento mis cosas a nadie y con respecto a mi hijo, trato de que no sufra por la ausencia de su padre, pero es difícil.

-¿Has pensado en volverte a enamorar?

-No ando por ahí pensando en enamorarme de nuevo, pero soy consciente de que puede suceder.

-Entiendo, ahora sí, iré con los demás.

Salí de la cocina con un nudo en la garganta sintiéndome culpable por hacerla rememorar un suceso difícil de su vida, a mí no me gustaría que me preguntaran por la muerte de mis padres, sería muy incómodo.

Al llegar al patio veo a David entretenido hablando con algunas de las empleadas, a los hombres bebiendo y a Manuel asando la carne, estaré pendiente de sus movimientos, es probable que a la mía le agregué un ingrediente especial, veneno.

David al percatarse de mi presencia se acerca.

-Estuviste mucho tiempo a solas con ella, ¿Qué hacían?

-Hablar.

-Parece que no fue una buena charla, ¿Qué te dijo?

-El papá de su hijo, quién fuese su pareja, murió hace cuatro meses.

-Eso es bueno, no tendrás obstáculos para conquistarla.

-No es bueno, esta reciente su muerte y pude ver en sus ojos que aún le duele, no creo tener oportunidad con ella, por lo menos no por ahora.... ¿Y sabes que es lo peor? Que me muero por tenerla en mis brazos, que me encanta ponerla nerviosa con mi presencia, quiero ver qué otras reacciones puedo generar en ella... ¿Qué? ¿Por qué sonríes como estúpido?

-Porque estás enamorado... Y no te culpo, Angelina es una mujer muy bella, pero mujeres bellas han rodeado tu vida siempre, ¿Qué tiene ella de especial?

-No lo sé, tal vez por que tiene una mirada tierna, es tan sincera, sencilla, tan real, no es una muñequita frágil, y a pesar de no tener una vida fácil siempre te brinda la mejor de las sonrisas.

-Viejo... Estás enamorado, lucha por ella, lo del papá del hijo esta reciente, sí, pero eso no significa que ella no se pueda volver a enamorar.

-No lo sé, ahí veremos, ya me duele la cabeza de tanto pensar.

-Te tengo el remedio.

-¿Cuál?

-Una dosis de Angelina, mira, ahí viene.

-Pendejo...

Terminaron la comida entre Manuel y Angelina, no les quité los ojos ni un segundo de encima, Manuel se deleitaba al tener mi atención y tocaba a Angelina, no de manera indecente pero lo hacía solo para molestarme.

La tarde fue diferente para mí pero entretenida, mejor de lo que esperaba, comimos, por cierto la comida quedó deliciosa, charlamos, muchos bailaron, bebieron, contaban chistes, unos más malos que otros y anécdotas para entretenernos a todos, nos divertimos tanto que a eso de las cinco de la tarde se les ocurrió otro brillante plan.

-No me quiero ir para mi casa, ¿Qué les parece si nos vamos de rumba más tarde?

-Estás loca Adriana, debo ir a ver a mis hijos, compartir con ellos.

-Mañana es domingo y no hay que trabajar, ya tendrás todo el día para dedicarselo a ellos. Además la vida es corta y nos la pasamos trabajando, es hora de disfrutar así sea un poco.

-Adriana tiene razón, yo me apunto, ¿Vienes Angelina?- Y ahí estaba Manuel, cada vez tolero menos a este tipo.

-No lo sé Manuel, no soy de beber o estar en ese tipo de ambientes.

-Sería solo un rato, no tienes que beber si no quieres.

-Está bien, iré.

-¿Entonces dónde nos vemos?

-¿Qué les parece en Covacha? el lugar no es muy grande pero ponen buena música, además conozco al dueño así que nos van a atender de maravilla, queda por el centro comercial La Plazuela.

-Eres un fiestero y alcohólico Manuel.

-Para nada, es solo que me gusta divertirme.

-Bueno... Para todos los que quieran ir, nos vemos ahí donde dijo Manuel. Adiós.

-¿Tú irás Jason?

-Tal vez lo haga Manuel, no veo porqué no ir.- Pues claro que iré, no pienso dejar a Angelina a solas con este sujeto.

-Maravilloso, allá nos vemos.

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