Volviendo a Amar

CAPÍTULO 52

Jason y Ander ⬆️

Narra Angelina

Eran las cinco de la tarde, el patio estaba decorado y listo y Ander estaba de pie junto a la puerta recibiendo a los invitados, era un gesto muy amable de su parte pero yo sabía que no lo hacía por ellos, era a él a quien esperaba, a Jason.

-¿Qué esperas para ir a arreglarte?- Interrumpió mis pensamientos Paz al llegar a mi lado.

-¿Arreglarme? No estoy tan mal presentada, además debo estar en la cocina y caminando de un lado para otro, ¿Para qué me voy a cambiar de ropa?

-Estás loca de remate, debes tomarte fotos con el niño y no pensarás salir así...

-¿Será?

-Hazme caso, ve ponte algo más apropiado para la ocasión.

-¿El vestido azul de mangas tres cuartos, estaría bien?

-¡No! Ese vestido es horrible...

-Cálmate, además tú me regalaste ese vestido, ¿Cómo que es horrible ahora?

-Te lo regalé porque sabía que te iba a gustar, tienes malos gustos para vestirte, ahora ve y ponte otra cosa, algo que diga que eres una mamá joven, sexy, y segura de ti misma.

-Es la fiesta de cumpleaños de mi hijo, no un club para mujeres solteras en busca de marido.

-Bueno, como quieras, pero ve a cambiarte.

-Está bien, pendiente aquí por favor.

-Y date un buen baño primero... ¡Apestas!

Paz estaba actuando un poco extraña, jamás se había preocupado por cómo me veía, al contrario, si utilizaba un costal de papas era mejor porque no la opacaría, traté de ignorar cualquier ocurrencia que viniera a mi mente, ¿Qué locura podría planear en un día como hoy?

Me tardé una hora dándome un baño, vistiéndome, maquillándome un poco y tratando de hacer algo con mi sudado y enmarañado cabello, al fin me decidí por un enterizo corto color azul turquí con algunas flores amarillas, escote pronunciado en V, ceñido a la cintura pero no tanto en la parte inferior y cubierto en la espalda, sandalias bajas decoradas con pedrería falsa, aretes y collar a juego y el anillo que me dejó mi abuela antes de morir, me veía fantástica, la fiesta no era nada elegante, así que estaba perfecta para la ocasión.

Salí de la habitación y al llegar a la sala casi me desmayo, tuve que sujetarme de la pared más cercana, no podía creer lo que estaba viendo, no sabía qué hacer o cómo sentirme.

Allí estaba Jason, en mi casa de nuevo con Ander en sus brazos, se abrazaban y Jason besaba sus mejillas con emoción, ambos hablaban y reían, era una escena hermosa, la tristeza y la nostalgia no tardaron en llegar al recordar la pesadilla que estábamos viviendo y que escenas como esa tal vez no la volvería a ver.

Jason me vió y de inmediato su sonrisa se borró, estaba tenso e incómodo, eso era evidente, bajó a Ander y este fue corriendo hacia mí.

-Mami si vino, ¿Lo ves? Si vino... Me cumplió la promesa.- Dijo Ander con gran entusiasmo.

En ese punto ya no pude contener más las lágrimas, el dolor, la tristeza, la alegría de ver a mi hijo feliz, la nostalgia por los recuerdos, sentía que todo eso era más fuerte que yo.

-Sí mi amor, te cumplió.

-¿Por qué lloras?

-De alegría, me encanta que estés así, tan feliz, eso es lo que deseo para ti siempre, bueno ve a atender a tus invitados, dile a Paz que deje de colocar esa música fea.

-Se va a molestar Paz si le digo eso... Así que... Iré ahora mismo.

Ander fue corriendo hacia el patio donde ya se encontraban todos, a excepción de Jason y yo, quise acercarme a él pero Ander se devolvió, tomó a Jason de la mano y lo jaló para llevarlo consigo.

-Mi invitado especial.- Me dijo antes de llevárselo, tratando de marcar territorio, Jason y yo reímos un poco, cada uno por su lado claro.

El patio de la casa era amplio así que conseguimos un trampolín (cama elástica) en alquiler y un pequeño inflable en forma de castillo conformado por un tobogán y una piscina de pelotas, solo decoramos una pared donde estaba el pastel y algunos objetos decorativos.

La fiesta fue un rotundo éxito, los niños se divirtieron a más no poder, saltaban, corrían de un lado para otro, solo risas y gritos de alegría se escuchaban por el lugar, era toda una algarabía pero valía la pena tolerarlo.

Paz hizo algunos juegos para sortear algunos premios a los niños, repartimos golosinas, pasabocas, y de comer, repartimos la típica ensalada de papas con zanahorias cocidas cortadas en trozos, mezcladas con mayonesa, cebolla pero le agregamos pollo para que estuviese más deliciosa y la galleta de soda que no podía faltar, hasta Jason la comió gustoso, jamás me sentí tan feliz por saber cocinar.

Ander y Jason no se separaron ni un instante, escuché a mi hijo decirle que iba a aprovechar cada segundo junto a él porque sabía que no lo iba a volver a ver, Jason no respondió nada, solo lo abrazó, estaba agradecida porque estaba siendo muy considerado a pesar de la situación.

A las ocho de la noche cantamos el cumpleaños, repartimos el pastel y los invitados comenzaron a irse de a poco.

-Angelina...- Me llamó Elena cuando estaba a punto de irse, caminé hacia ella y continuó hablando. -Se ve que ese muchacho es una buena persona y quiere a mi nieto, pero te quiero pedir un favor...

-Dígame.

-No permitas que por nada del mundo Ander olvide a mi hijo, sería muy triste que dejara a un lado los recuerdos junto a su padre.

-Eso no pasará, no se preocupe, Ander tiene claro quién fue y sigue siendo su padre.

-Está bien, lo veo ocupado así que dale un beso de mi parte de despedida, hasta pronto Angelina.

-Adiós, que esté muy bien.

El último de los invitados que quedaba era Jason, eran casi las nueve de la noche y Ander no quería dejarlo ir, finalmente Jason le dijo algo al oído que no logré escuchar, pero dejó a mi hijo muy feliz y se abrazaron para despedirse, Ander se fue con mi madre a ver los regalos y Jason y yo quedamos en la sala.

-Jason...

-Quiero que sepas que si vine fue por Ander, no por ti- Dijo frío y cortante, quise que la tierra me tragara en ese momento, me sentí estúpida por tratar de acercarme a él, pero me armé de valor y continué serena con la conversación que había iniciado.

-Lo sé, justo de eso quería hablarte, o mejor dicho, quería agradecerte por no haber roto su corazoncito y estar aquí a pesar de todo.

-Lo hice con gusto, él es un niño maravilloso, un tanto manipulador pero se siente bien tenerlo cerca.- Una sonrisa brotó en el rostro de ambos.

-Concuerdo totalmente contigo.- Me acerqué a él y su semblante cambió drásticamente.

-Adiós Angelina.

No fui capaz de responder, el nudo que tenía en la garganta le impedía el paso a las palabras, lo ví alejarse una vez más, a pesar de la cercanía física estábamos muy distantes, yo no iba a seguir lastimándome rogando por su amor, le diría adiós a Jason definitivamente.

Outfit de Angelina