✘T R E S✘

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"Las palabras no tienen poder para impresionar a la mente sin el exquisito horror de su realidad"

Edgar Allan Poe

No tengo idea del por qué estoy haciendo esto. Es como si una fuerza superior a mí, me impulsará a descubrir la intriga que me produce este chico. Solo lo besé una vez, pero es solo verlo y mi corazón da un vuelco.

Me digo a mí misma que solo quiero saber qué fue lo que sucedió entre nosotros para que yo perdiera el conocimiento y despertara en un estudio de tatuajes con una marca que me desgarra la piel, pero mi conciencia me dice que es más que eso.

Al entrar al edificio, lo primero que veo es al chico ingresar en el elevador. Me mantengo fuera de su vista hasta que las puertas se cierran y corro a presionar el botón del ascensor de al lado mientras vigilo el número del piso en que se baja.

—¿Va a entrar? —cuestiona una mujer detrás de mí.

No había notado su presencia, ni que las puertas ya se encontraban abiertas.

—Eh... yo... —balbuceo sin saber que decir, hasta que el elevador en que subió el chico se detiene en el Piso 4 y sonrío— Sí, claro.

Ambas nos adentramos en el ascensor. Ella presiona el botón del último piso y yo me apresuro a tocar el del número 4. Siento su mirada en mi nuca, lo que me incómoda y me hace tragar en seco.

—¿Eres una nueva inquilina? —su pregunta me toma por sorpresa, pero trato de no mostrarlo.

—No, no. Solo voy a visitar a un... amigo.

<¿Amigo? Sí claro.>

Sus ojos se abren con asombro.

—¿Eres amiga del joven del Piso 4?

—¿Cuál joven?

—El único que vive en ese piso. —se encoge de hombros— Nadie más vive ahí. El otro apartamento está vacío, por eso te pregunté si eras una nueva inquilina. Pero tu amigo es el joven de los tatuajes, ¿no?

—¿Lo conoces? —pregunto, sin poder contenerme.

—Claro que no. —frunce las cejas como si lo que le hubiese preguntado fuera algo estúpido— Nadie lo hace. Solo hemos coincidido algunas veces en el elevador o en la entrada.

Sonríe, chocada y se le remarca una que otra arruga cerca de los ojos. Se le ven algunas canas en el cabello, pero son tan pocas, que a simple vista parecen iluminaciones.

—Me sorprende que alguien lo conozca. Eres la primera persona que veo que viene a visitarlo.

Las puertas del ascensor se abren, indicándome que ya es mi hora de bajar.

—Bueno, yo... me quedo aquí. —me encojo de hombros y le regalo una pequeña sonrisa.

—Suerte con tu amigo. —es lo último que dice antes de que las puertas se vuelvan a cerrar.

Eso fue... raro.

Frente a mí se haya un pasillo iluminado por una luz tenue en el techo y los pocos rayos de sol que entran por la ventana al final del mismo. Hay una puerta a cada lado, pero no hay indicios del chico al que perseguía.

Según la señora que conocí antes, uno de estos apartamentos está deshabilitado y en el otro vive él. Pero ¿Cómo voy a saber cuál es cuál?

Suspiro derrotada. El mundo me está queriendo decir que no me meta donde no debo.

Es entonces cuando el teléfono en mi bolsillo suena y me sobresalto en el lugar, llevando la mano a mi pantalón para acallarlo. Es tanto el silencio que me rodea que el miedo a que me descubra, me tiene corriendo hacia el ascensor.

Control: un cuerpo, dos almas©️ [Killer #0]Where stories live. Discover now