✘T R E I N T A Y C U A T R O✘

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"Salvo raras excepciones, el hombre criminal fue un niño desdichado, a quien faltaron buenos ejemplos y caricias."

CONCEPCIÓN ARENAL

ERWAN

Narrador omnisciente

Cuando pequeño, Erwan era un niño tímido y callado. No comenzó a hablar hasta pasados los 4 años de edad. Su madre siempre le leía un libro infantil antes de dormir, impulsando a su imaginación y a su cerebro a formular palabras, pero ella solo conseguía débiles balbuceos de él.

Su primera palabra fue «libro», debido a su amor por los libros. Luego de eso vino «mamá» y todas las demás las fue aprendiendo poco a poco, con mucha más lentitud que los chicos de su edad.

No tuvo una infancia difícil. De hecho, debido a su incapacidad, sus padres les pagaban a tutores para que recibiera las clases en la comodidad de su hogar. No querían que su niño pequeño, fuera víctima de burlas o recibiera bullying.

Era un niño feliz, pero toda felicidad tiene un final, y para Erwan lo fue el día en que su madre tuvo un ataque al corazón y falleció.

Ella era una mujer joven, apenas rozaba los cuarenta años de edad, pero la muerte no conoce de edad, ni de fecha en un calendario; cuando a alguien le toca morir, no hay dios que lo ayude.

Era un niño y no sabía lo que significaba morir. Solo era consciente de que no iba a ver a su madre nunca más y, a partir de ese momento, las pocas palabras que había aprendido a formular, más nunca salieron de sus labios. Ya no reía, ya no cogía un libro en sus manos, ya no se emocionaba.

—¿Qué le pasa a mi hijo, doctora? —le preguntó el padre del chico, a la especialista en psicología.

—Su hijo tiene mutismo total. —explicó— ¿Ha tenido alguna experiencia traumática últimamente que pueda haber causado el mutismo en él?

Claro que la había tenido. Erwan no llevaba nada bien la muerte de su progenitora y esa había sido su forma de demostrarlo.

Su padre hizo lo posible por tratar a su hijo, pero como nada había dado resultado, llegó un momento en que aceptó que el niño no hablaría más y siguió su vida como si nada. Conoció a una mujer que había tenido un encontronazo con su ex marido en un restaurante mientras estaba de viajes de negocios, y enseguida hicieron match. Se casaron luego de unos meses de comenzar a salir y, la mujer, que se llamaba Amber, se mudó junto a Erwan y su marido.

Para el chico, ella estaba ocupando el lugar de su madre, por lo que no le tenía el mínimo aprecio a la mujer. Su madre había tenido el cabello color caoba, era cariñosa y nunca le hubo alzado la voz; esta mujer era rubia, antipática y todas las noches lo regañaba por cualquier cosa. Él no entendía como a su padre le podía gustar una persona opuesta a su progenitora. Aunque quizás tuviera algo que ver que delante de su marido, ella fuera un angelito en toda regla.

Pero a Erwan todo le importaba una mierda y la ignoraba.

Hasta que un día, mientras el padre del chico estuvo ausente por cuestiones de trabajo, la mujer se cansó de que el pequeño no mostrara reacción ante ella y, llevada por ira, abusó de él.

Comenzó con una bofetada, algunos arañazos, jalones de cabello y terminó con su mano en la zona íntima del pequeño.

Él recuerda que esa noche habló de nuevo por primera vez desde la muerte de su madre, solo para decirle a la mujer: «Stopp. Stopp. Stopp».

El cabello de la mujer le caía en su rostro, sudado y con un olor pésimo. Lloró y se deshizo en lágrimas. Su madre nunca le hubiera hecho algo como eso. Se sintió roto, sucio y usado.

Control: un cuerpo, dos almas©️ [Killer #0]Where stories live. Discover now