✘V E I N T I D O S✘

6.8K 1K 350
                                    

ALERTA CONTENIDO +18 (Aunque sé que muchos van a ignorar esto porque es lo que les gusta, yo cumplo con avisarlo desde ya)

"Soy mala en el amor, pero no puedes culparme por intentarlo"

Halsey

Leah

Kyan parece estar perdido en sus pensamientos, por lo que dejo la cordura a un lado y me abalanzo sobre sus labios, tomando el control de la situación.

¿Cómo no perder la cordura en un mundo dónde ni la cordura está bien definida?

Lo beso con ganas, llevando mi lengua a jugar con la suya, sintiendo el sabor mentolado en su aliento. Enredo mis manos en su cabello, atraiéndolo más a mí. No lo quiero ni un centímetro lejos. Lo deseo por sobre todas las cosas y estoy harta de fingir lo contrario.

Mi corazón parece una locomotora nada más él entra en mi punto de visión, hasta con solo escuchar su nombre o pensar en él. No puedo evitarlo. Mi estómago parece un nido de mariposas drogadas cuando me habla. He tratado de evitar este sentimiento, de fingir que no me importa y que no provoca nada en mí, pero a veces, aunque tu cerebro te diga que hagas una cosa, si tu corazón quiere hacer lo contrario, lo va a hacer.

Sus labios se despegan de los míos mientras sus manos se mantienen firmes en mi cintura, pegándome a él.

No entiendo por qué dejó de besarme. Solo está ahí frente a mí, con su mirada fija en la mía. Me recuerda al momento que tuvimos en su apartamento, cuando parecía buscar algo en mis ojos y no paraba de preguntarme si de verdad era yo...

Un momento... ¿Cómo pude ser tan idiota?

—Soy yo. —inquiero y su ceño se frunce ligeramente.— No es Luana. Soy yo, Leah.

Acuna mi rostro con sus manos y una de las comisuras de sus labios se eleva ligeramente.

—Lo sé. —acerca su rostro al mío y me besa. Esta vez, con lentitud. Con la paciencia de los mil mares y eso... eso me derrite aún más.

—¿Por mis ojos? —mascullo.

Kyan niega con la cabeza. Toma una de mis manos y la lleva hasta su pecho, ese lugar dónde su órgano vital palpita como si acabara de correr una maratón.

—Lo sé porque Luana no provoca esto en mí. —y con esas palabras, Kyan me impulsa hacia arriba sosteniendo mi trasero, mientras mis piernas se envuelven alrededor de su cintura y mi espalda choca contra la pared.

Entre besos, me deshago de su pulóver obteniendo una vista panorámica de sus tatuajes. Su piel es tan blanca y la tinta es tan negra, que el contraste es deslumbrante. Yo misma hago desaparecer mi blusa y sostén, quedando solo en bragas para él.

Nunca había estado tan desesperada por estar con alguien. No recuerdo cuando fue la última vez que disfruté realmente de coger.

Kyan me deja en el suelo y me coloca de espaldas a él, frente al espejo del probador. Su mano desciende por mi brazo hasta encontrarse con uno de mis pechos mientras que la otra se pasea por mi vientre, haciendo la espera más tortuosa. Cierro los ojos por inercia y la voz de Kyan, me lleva a abrirlos de nuevo.

—No cierres los ojos. Quiero que veas como te toco y lo hermosa que te ves cuando te sonrojas para mí.

La mano que se encuentra arriba, reparte atención equitativa a mis pezones, jugando con ellos entre pellizcos y ligeros golpecitos. Las palpitaciones en mi zona íntima se hacen cada vez mayores cuando los dedos de Kyan llegan a ella por encima de mis bragas.

Control: un cuerpo, dos almas©️ [Killer #0]Where stories live. Discover now