Capítulo 11.

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Quiero que mi atardecer brille de nuevo. 

[Enith Mejia]
06 de Diciembre del 2018.
09:00 AM.

¿Estoy muerta?, no, el infiernos debe de oler a azufre o cosas así, no tendría este olor, huele a ¿lavanda?, sí, es lavanda, un momento, así huele mi cuarto.

A pesar del dolor de cabeza abro los ojos lentamente, siento algo tibio junto a mí, miro y es una persona dormida, un momento, reconozco esa camiseta, es Christian, ¿estamos en su casa?.

Observo a mi alrededor y reconozco el lugar de inmediato, los póster, stickers, el espejo, discos, libros todo es mío, es mi habitación, ¿estoy en mi casa?, ¿por qué estoy aquí?.

—¡Enith! — por la puerta entra la misma silueta que ví antes de perder el conocimiento, mi mamá.

—¡¿Qué ocurre?! — pregunta Christian asustado, se levanta de golpe y me cubre con su cuerpo, ¿qué está haciendo?. —¿Qué pasó?, ¿estás bien? — nota que es mi madre y baja —Lo siento, me asusté.

—¿Por qué estoy aquí? —cuestiono enojada, lo último que recuerdo es que estábamos llegando a la casa de Christian.

—Te desmayaste, el doctor dijo que era por que estabas débil así que te traje a casa — responde mamá, trata de acariciar mi mano pero la aparto, no quiero que me toque. 

—Alejate de mí, ni se le ocurra tocarme —advierto, intento ponerme de pie pero caigo de nuevo, estoy mareada.

—Te ayudaré —ofrece Christian, me recuesta de nuevo y hace salir a mamá de la habitación dejándonos solos, se deja caer a un lado mío soltando un largo suspiro, quiere decirme algo pero teme a mi respuesta o reacción.

—Dímelo, no me enojaré. 

—Creo que debes de escuchar lo que tu madre quiere decir, créeme es importante —pide, debatimos un largo rato, el tema era que si debería de escucharla o no, si lo merecía o no, y como siempre Chris logró convencerme, antes de salir de la habitación me abrazo un largo rato y dijo "sé fuerte" por su reacción sé que esto será doloroso, ¿debería de escucharla?, siempre que hablo con ellos es doloroso. 

Mamá entra a la habitación, sin decir una palabra sé sienta junto a mí con la mirada baja y jugando con sus dedos ansiosa, su rostro esta lleno de hematomas que están por desaparecer tal como dijo Antonio, esta pálida y más delgada, parece haber llorado por tiempo prolongados, sus párpados están rojos e incluso parecen lastimados. 

—Te ves más delgada —habla con una voz tan apagada que parece escalofriante, trata acercarse a mí y tomar mí mano pero la aparto de nuevo, no importa que tan mal sé vea no sé comparada ni me hace odiarla menos.

 —¿Qué quiere decirme?. 

—Quiero contarte la verdad, después de que la sepas quiero que decidas —rebela, sale de la habitación y entra de nuevo pero esta vez acompañada con una caja pequeña. 

—Richard estaba muy feliz cuando naciste —relata enseñando las fotos que están dentro de la caja, la mayoría de las son solo mías con mi padre, en el parque, en el zoológico, en el cine y muchos lugares más.  —Decía que eras su muñeca, no había día en que no dijera lo mucho que te amaba, eramos tan felices, creí tener a mi familia perfecta, un esposo que me amaba y una perfecta hija, mi hija era tan linda e inteligente ¿podía pedir más? — saca una carpeta llena de dibujos y diplomas de mi infancia al igual que más fotos con mi padre.

—¿Cuál es el punto de esto?.

—Cometí un error, quería otro bebé así que dos años después me embaracé sin el consentimiento de Richard, creí que sería igual pero Richard le tenía cierto desprecio a Sara, no la mimaba, odiaba que le dieran atención, parecía que no era su hija, no entendía esa situación y jamás lo hice. 

¿De esto se trata el amor? || Borrador. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora