Capítulo 23.

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¿Puedes abrir los ojos?.

[Enith Mejia]
21 de Julio del 2019
02:22 AM

Piensa en el momento más doloroso de tu vida, ese instante donde tu corazón se rompió por primera vez, cuando creíste que ya nada valía la pena y jamás saldrías de ese vacío dónde estabas cayendo, ¿listo?, imagina vivirlo de nuevo, es justo lo que estoy pasando ahora.

Por un instante creí que todo esto era un deja vu, el llanto de las personas, gritos desesperados de una mujer y un cuerpo pálido y frío sobre una mesa de metal, para mi mala suerte no es así, todo esto lo he vivido pero a diferencia de la primera vez no es mi hermana, ahora es la chica que me gustaba. 

En la fría habitación hay una mesa de metal y sobre ella esa castaña que veía todos los días fumar debajo de un árbol, la miro de cerca y me sorprende un poco, parece que está dormida, se ve tan pacífica y tranquila.

—¿Puedes abrir los ojos?, necesito que lo hagas, solo hazlo por un momento, por favor, necesito hablar contigo, por favor, lo necesito — suplico una y otra vez pero no lo hace, no hay movimiento, únicamente es un cuerpo sin vida, el cuerpo de Enora sin vida.

Acaricio su rostro lentamente como si tratará de grabar en mi memoria cada centímetro de el, en su piel hay algunas cicatrices y relieves, ¿te golpearon mucho?. 

Su colorida piel y mejillas rosas ya no están, en ese instante un recuerdo llega a mi mente, su sonrisa, sus mejillas rosas y la manera tan delicada que entrecerraba los ojos cuando reía, ¿por qué un recuerdo tan lindo es doloroso?, "Atardecer" ese estúpido apodo lo escucho una y otra vez en mi cabeza con su voz, es tonto y cursi pero ella creía que era uno, quiero escucharla de nuevo, que se acerque a mí con esa tonta sonrisa mientras se ríe de la manera en que me asusté.

Me gustaría que suceda de nuevo pero sé que no pasará.

Quiero dejar de llorar pero como lo hago si duele tanto.

Los ojos me arden al igual que mi garganta, me duele el pecho cada vez que respiro y mis manos no dejan de temblar, ¿por qué pasó esto?, estaba tan segura que la salvaría y ahora no está, llegué tarde y la perdí, de nuevo alguien se fue.

Tomo su mano y al hacerlo puedo ver las vendas, mi vista se nubla, no puedo, ¿estoy siendo egoísta?.

Ella tenía miedo, debió de ser doloroso, estaba asustada, pálida y por alguna razón sé que arrepentida.
 
Enora, no querías irte, solo querías que dejara de doler, solo querías ya no sufrir. 

—Sé que ahora eres libre y tal vez estás en un lugar mejor pero te quiero aquí, conmigo, ¿eso es ser egoísta? pues soy una maldita egoísta, Enora por favor regresa conmigo, te quiero, no te lo dije antes pero te quiero, abre los ojos y dime que tú también me quieres, tomemos un avión juntas y vámonos, podemos irnos pero necesito que abras los ojos — sin respuesta, ¿no es extraño?, de nuevo estoy aquí, dejando ir a una persona que amo.

En la habitación solo hay gritos desesperados de una corazón destrozado, mi corazón destrozado.

¿Por qué las personas mueren?, ¿pasa algo después de ello?, ¿Enora está descansando?, me gustaría que alguien respondiera cada una de las preguntas que pasan por mi mente pero sé que jamás será así, estamos condenados a vivir sin respuestas, no, estamos condenados a vivir en la ignorancia e incertidumbre.

Una vez Jer hablo sobre los mundos paralelos, no entendí muy bien pero al parecer al tomar una decisión se crea una línea alterna de lo que hubiera ocurrido si hubiera elegido la otra opción o algo así, tal vez en esa línea alterna no pensé que habías escondido una estúpida bolsa, tal vez insistí y me di cuenta de lo que habías hecho y te lleve al hospital antes, ¿no es reconfortante?, en otro lugar te salve, en otro lugar tal vez estás despertando y yo estoy junto a tí, Enora, posiblemente en esa línea alterna seremos felices, ¿no es increíble?.

¿De esto se trata el amor? || Borrador. Where stories live. Discover now