Capitulo 17

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-¡Haaaaa!- El cuerpo de Issei se estampo contra un árbol, dejando unas marcas de choque en el roble, cayendo de cabeza al suelo, su cuerpo quedando de lado.

Al día siguiente de la llegada de Athena, en la mañana temprano, Seiya estaba cumpliendo con lo que le pidió Kiki, entrenar a Issei. Lo cito hoy temprano a la salida de la ciudad, donde nadie ni nada estorbaria, para probar de lo que era capaz Issei físicamente, así que cuando llegó, empezó con una pequeña pelea de entrenamiento para conocer la fuerza física y resistencia de Issei.

Que bueno que trajo su ropa de entrenamiento; estaba vestido con las típicas ropas de entrenamiento griegas que se usan en el Santuario, mientras que Issei usaba el buzo gris de la Academia Kuoh.

Claro, ya había puesto a prueba ambas cosas como su profesor de gimnasia, pero una cosa son ejercicios en la escuela y otra diferente es en una pelea... aunque el resultado fue el mismo.

Issei no sabía nada de pelear, los golpes que había intentado dar fueron golpes básicos y muy lentos, sin un patrón de arte marcial. Además que su resistencia solo era levemente superior a la de un humano normal, pero muy debajo de incluso un soldado raso del Santuario.

Con una idea, hizo que Issei lo atacara, ahora usando el Boosted Gear y sus habilidades. Los golpes con el guante rojo eran más fuertes que con sus puños normales, pero no lo suficiente para hacerle algo de daño, y la fuerza que ganaba con la habilidad del guante, aunque aumentaba su fuerza y velocidad con cada "Boost" que cargaba, solo duraban un instante y por su falta de saber como golpear, eran fáciles de predecir y esquivar.

Así que la pequeña pelea de practica de la mañana se puede resumir en Seiya tirando al suelo o chocando a Issei en diferentes cosas varias veces durante una hora. El Dorado solo usaba su fuerza física sin elevar su cosmos, aunque al dar golpes, se contenía en la fuerza al golpear al castaño más joven y la mayor parte del tiempo solo lo agarraba y lo lanzaba.

Issei se sentó de piernas cruzadas en el suelo, su buzo estaba muy sucio y su cara tenía varios raspones y algunos moretones. -¡Esto ya es demasiado! ¡Ya no puedo más!-.

-¿De que estas hablando? Apenas te he dado algunos golpes y te he lanzado sin fuerza, apenas si te he tocado, y eso que hoy estoy siendo muy suave contigo por ser el primer día- dijo Seiya. Si fuera Marín quien estuviera ahora enseñando a Issei, el castaño no se podría levantar en días por el cansancio. Su antigua maestra era amable, pero no muy piadosa a la hora de entrenar.

-¿M-Muy suave?- Repitió con cierto temor Issei en su voz. Si Seiya estaba siendo muy suave con él, no quería pensar cuando fuera duro.

-Los jóvenes de ahora si que son delicados- hablo como viejo, a pesar de solo tener 24 años.

-L-Lo siento...- Issei se rasco la cabeza y agacho la cabeza en señal de pena. Fue él quien le pidió a Kiki este favor, y aunque pensó que no sería muy diferente a lo que paso con Rias al inicio; dar algunos ejercicios de cuerpo y trotar, le daba penar resultar ser tan patético y hacerle perder el tiempo a su Sensei.

Ver la cara que hizo Issei con su comentario hizo que Seiya suspirara y se cruzara de brazos.

-¿Por que le pediste ese favor a Kiki de entrenarte?- En un intento de cambiar el tema, hizo la pregunta que le llamo la atención cuando su amigo le conto de este favor.

-Bueno... durante la pelea contra Kokabiel, no pude ser de mucha ayuda y Kiki-san fue quien hizo todo, además que ahora que apareció mi supuesto "rival", y que este parece ser más fuerte que yo, decidí que debo ser más fuerte si quiero ser de utilidad para la Presidenta- explico Issei sus motivos, mirando al cielo que a esta hora estaba despejado.

La Leyenda de las Facciones y del SantuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora