Capitulo 51

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Kiki en la parte más retraída del primer piso de Jamir, abrió una puerta solitaria en un pasillo hecho de roca, iluminado con antorchas. Al entrar al interior de la habitación, uso su Cosmos para crear una bola de luz que floto en el aire como iluminación. Eso fue de los primeros trucos que le enseño su maestro Mü.

La habitación era de espacio reducido con cuatro paredes que parecían atrapar a una persona. En las pared que uno ve al entrar, están colocadas colgantes de plata, pero el metal que una vez pudo brillar estaba dañado por el oxido que el tiempo le hizo, pero de alguna manera seguían resistiendo para colgar las herramientas por las que Kiki vino. En el rincón de la habitación había dos barriles de madera y

Las herramientas eran 5 sencillas: un martillo, garrote, dos clavos, uno de tamaño grande y otro de tamaño mediano, y pinzas. Todas estaban hechas de Orichalcum, imbuidas en sus inicios de Cosmos de un Caballero Dorado, explicando su tonalidad dorada. Por eso, aunque se les veía algo dañadas y viejas, no les afecto tanto el tiempo.

Así como las armaduras pasan de generación en generación, las herramientas que ve ahora mismo son iguales. Son las herramientas de trabajo que usaron los primeros forjadores de armadura cuando fueran creadas en la Primera Guerra Santa de la historia.

Estas herramientas de trabajo no se usaban a menudo. Cuando hay que reparar una armadura, las herramientas que se usaban eran las que venían con la armadura de Buril, o cuando esa armadura ya había elegido a su portador, se usaban unas copias de esas herramientas para el trabajo. ¿La razón? Es porque a diferencia de las mencionadas, estas herramientas tenían poder propio.

-Según mi maestro Mü, estas herramientas fueron las que crearon a las armas de Libra y el arco de Sagitario, por lo que su poder puede incluso remodelar una estrella- paso suavemente sus dedos por el mazo del martillo. -Su poder y calidad al reparar es tan grande que podría destruir una armadura con solo un golpe. Él me indico que nunca las usara para reparar ninguna armadura, a menos que tuviera que reparar una Armadura Dorada que fue gravemente dañada- tomo las herramientas con mucho cuidado, una por una. -Y además, si el forjador no tiene el nivel suficiente, no podrá blandir estas herramientas con la eficiencia necesaria-.

Incluso antes de volverse un Caballero Dorado, Kiki ya era un reparador de armadura. Antes que técnicas de combate, Mü le enseño como reparar las armaduras. Fueron esas enseñanzas los que le dieron un ojo para la herrería, lo que le permitió desde niño ver las grietas en las armaduras, aun cuando no eran visibles a simple vista.

Fue él quien reparo las armaduras de Jabu y los demás, luego de que fueran dañadas cuando entre todos protegieron a Seika del poder de Thanatos.

Y fue su prueba como Caballero y forjador de armadura reparar las armaduras doradas. Aunque la mayoría estaban ilesas, las que Poseidón envío para ayudar a Seiya y los demás quedaron tan destruidas que cuando volvieron de los Campos Elíseos, siguiendo el Cosmos de Athena, sus formas de estatua estaban hechas de pedazos de cada fragmento.

Le tomo mucha sangre, sudor y dos años repararlas, y aun cuando parecían estar listas, Kiki podía ver las grietas que aun tenían las armaduras. Grietas que tardo hasta la actualidad de cerrar totalmente.

Pero eso fue en el pasado. Ahora es diferente. Sus habilidades como Santo y forjador han mejorado muchísimo. Ya no es ese niño que se quedaba viendo a su maestro y los demás luchar. Ahora él puede luchar a su lado.

-¿De verdad puedo?-.

Recordó su enfrentamiento contra Lior de Amasu. Aunque chocaron Cosmos y técnicas, él fue el que resulto más herido y agotado. Tan así, que Shiryu tuvo que bajar de Libra para auxiliarlo.

La Leyenda de las Facciones y del SantuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora