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Capítulo 50

 Tang Junhe entró en la habitación, cerró rápidamente la puerta y se sentó en su habitación en estado de shock, esperando que Tang Xiaonian volviera a llamar a la puerta. Mientras esperaba, no pudo evitar extender la mano y tocar sus labios, recordando el beso superficial que acababa de separarse al primer toque.

Tal vez porque toda su cara estaba ardiendo, los labios de Yang Xuan parecían un poco fríos. En el momento en que se tocaron, el beso fue como un copo de nieve cayendo sobre sus labios, un poco frío al principio y luego se derritió rápidamente. Frunció los labios, su corazón latía con fuerza.

Alcanzó el vaso sobre el escritorio y lo presionó contra su mejilla sobrecalentada para enfriarlo.

Otro conjunto de pasos sonó fuera de la puerta, y Tang Junhe esperó algo aprensivo a que sonara el golpe, pero Tang Xiaonian parecía haber renunciado a este plan y se quedó sola para limpiar la casa en la sala de estar. Aunque una tía mayor viene regularmente todos los días a limpiar, Tang Xiaonian todavía mantiene su viejo hábito de limpiar los fines de semana y estar inactiva la hace sentir incómoda.

Tang Junhe bajó los ojos y escuchó el movimiento fuera de la puerta. Después de un rato, se puso de pie y caminó hacia la puerta, la abrió y llamó a Tang Xiaonian en la sala de estar: "Mamá".

Tang Xiaonian, que se agachaba para limpiar la mesa, se detuvo un momento, pero no miró hacia atrás y continuó con el trabajo que tenía entre manos. En la memoria de Tang Junhe, Tang Xiaonian siempre parecía estar haciendo estas cosas, inclinándose para trapear el piso o limpiar la mesa, con algunos mechones de cabello cayendo de su frente, revoloteando ligeramente con sus movimientos. Desde la vieja casa antigua con poca luz hasta la casa grande actual con ventanas brillantes, Tang Xiaonian parece haber cambiado mucho y parece haber permanecido igual.

El corazón de Tang Junhe se aceleró con una sensación de vergüenza, fue al baño a recoger otro trapo, lo mojó con agua, caminó junto a Tang Xiaonian y se limpió en silencio junto a ella. Casi terminando de limpiar la mesa, los dos pedazos de trapo fueron apretados en una esquina de la mesa antes de que Tang Xiaonian suspirara y dijera en voz alta: "Regresa a tu habitación y estudia, no necesitas hacer estas cosas".

Cuando Tang Junhe terminó de lavarse y regresó a su habitación, Tang Xiaonian entró con un plato de fruta cortada. La guerra fría que comenzó sin previo aviso terminó con un acuerdo tácito.

Tang Xiaonian recogió la crema en la esquina de la mesa y recogió un poco con el dedo índice. Luego apoyó la cabeza de Tang Junhe con una mano y la aplicó a su rostro con la otra mano en un movimiento más ligero. En el pasado, Tang Junhe lo habría evitado. No solo no le gustaba la crema que Tang Xiaonian le ponía en la cara, sino también porque Tang Xiaonian siempre cavaba un pedazo grande y después lo hacía sentir como si su cara estuviera cubierta con una capa de aceite. Además de la forma en que Tang Xiaonian siempre parecía tratarlo como un niño demasiado grande, esa preocupación omnipresente lo hizo sentir abrumado. Pero esta vez no esquivó y dejó que Tang Xiaonian igualara la crema en su rostro.

Después de aplicar la crema en la cicatriz en la esquina de su frente, Tang Xiaonian suspiró nuevamente: "La última cicatriz finalmente se desvaneció, y luego esta vez fue golpeada nuevamente aquí. Tú... *suspira* Realmente no sé si la caída dañó tu cerebro." Volvió a poner la crema en su posición original y luego entró en el tema: "¿Por qué cerraste la puerta?"

Tang Junhe buscó en su mente una respuesta que tuviera sentido, pero Tang Xiaonian tomó su silencio como una rebelión silenciosa. Mientras observaba la mirada en el rostro de Tang Junhe, se enojó y dijo: "Crees que has crecido y no quieres que te controle, ¿verdad? Ni siquiera abriste la puerta cuando llamé. Incluso dormiste hasta casi las diez en punto... ¿Hasta qué punto quieres aprender de Yang Xuan?