Un mar de problemas (Libro 06)

Un pequeño comienzo

Calificación: PG-13

Spoilers: Siendo esta una secuela de 'Caminar en la noche, hay bastantes spoilers sobre esa historia y unos más pequeños para 'Ojo por ojo' y 'Eterno'. Si bien haría todo mucho más fácil si leyerais 'Caminar en la noche', no creo que sea necesario esto para las otras historias. También hay algunos pequeños guiños a 'El Hobbit', 'La comunidad del anillo', 'El retorno del Rey' y prob. también para 'El Silmarillion' (es algo inevitable).

Esta historia tiene lugar en la primavera/principios de verano de la Tercera Edad, 2954, aproximadamente dos semanas después de 'Caminar en la noche'

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El fuego crepitaba y estallaba, proyectando sombras extrañas y distorsionadas sobre quienes estaban sentados en un círculo alrededor de las llamas. Cada vez que se agregaba otro tronco, una lluvia de chispas de color rojo dorado se elevaba hacia el cielo oscuro, luciendo como un enjambre de luciérnagas diminutas y brillantes.

Para cualquiera que haya presenciado esta vista por accidente, la escena le habría parecido pacífica, relajante y tranquilizadora, o al menos una mezcla de las tres. Sin embargo, para cuatro de los cinco viajeros que miraban malhumorados las danzantes llamas, ello no les pareció ni pacífico ni relajante, y ciertamente tampoco tranquilizadora. Si los viajeros antes mencionados hubieran sido perfectamente honestos, habrían admitido que no era realmente el fuego lo que estaba despertando en ellos aquellos distantes sentimientos, sino más bien era por causa de los alrededores.

No es que hubiera algo ni remotamente peligroso en el entorno. Ni siquiera el hobbit más temeroso y tímido habría llamado amenazante a la pequeña colina cuyos bordes estaban cubiertos de árboles, arbustos, zarzas y maleza casi inexpugnables. El arroyo que tenía su origen en medio de la loma cubierta de hierba se abría camino ruidosa y alegremente por las laderas de la colina, lo que solo se sumaba a la imagen serena que se presentaría ante los ojos de un observador casual. Los árboles que rodeaban la cima ligeramente en forma de cuenco de la colina protegían al claro de la lluvia, el viento y los ojos hostiles, e incluso una persona que no supiera nada sobre tácticas militares sabría instantáneamente que este era un lugar ideal para acampar.

Esa fue, por supuesto, la razón por la que las cinco figuras habían elegido esta cima de la colina para ser el campamento de esta noche. Amon Siril, la tan acertadamente llamada 'Colina del Arroyo', se había considerado un lugar casi perfecto para acampar durante mucho tiempo, muchos más siglos de los que la mayoría de la gente podía recordar, y había servido como tal para grupos de caza o viajeros que estaban en necesidad de un lugar protegido y escondido de los ojos de los humanos, orcos o enanos.

Y eso - pensó sombríamente uno de las cuatro taciturnas figuras - era también la razón por la que estaba sintiendo esta sorprendente cantidad de fatalidad y pavor posándose sobre sus hombros como una capa excepcionalmente pesada. Amon Siril era conocido casi exclusivamente por los Primogénitos, ya que casi ninguna otra raza viajaba tan al noreste a menos que fuera absolutamente necesario. A pesar de que los tiempos se volvían más oscuros y cada vez más peligrosos, la colina seguía siendo frecuentada por expediciones elfas de caza, por la sencilla razón de que estaba bastante cerca de uno de los asentamientos elfos que todavía se encontraba aquí en Arda.

Este asentamiento de los elfos antes mencionado no era el de Lothlórien - el de cabello oscuro continuó oscuramente con su monólogo interno mientras miraba las llamas alegremente danzantes como si fueran de alguna manera responsables de su situación - Tampoco era el Reino del Rey Thranduil, quien gobernaba los vastos bosques de Mirkwood al este de las Montañas Nubladas, y tampoco era el de Lord Círdan, el carpintero que residía en Mithlond, donde su gente construía los barcos que tomaban los Primogénitos dispuestos a dejar la Tierra Media de una vez por todas rumbo al Occidente.