Sin ganadores, solo perdedores

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Cuando Elrond volvió a entrar en el patio, o, para ser más precisos, fue arrastrado a él, casi había olvidado el estado de caos en el que ese lugar se encontraba.

Ahora, sin embargo, bajo la luz vacilante e inestable que proporcionaban la luna y algunas antorchas encendidas al azar y con gente corriendo de un lado a otro, la mayoría de ellas tratando de hacer algún tipo de escape, una vez más estaba asombrado por la escena que se presentaba ante sus ojos. Se parecía bastante a algunas de las batallas más caóticas en las que había estado involucrado durante las primeras eras de este mundo: la Guerra de la Ira le vino a la mente, por ejemplo, aunque en una escala incomparablemente más pequeña y con muchas diferencias muy claras que ni siquiera tenían que ser señaladas. En esta batalla faltaban Valar y Maiar, y tampoco había orcos ni trolls presentes.

O Señores Oscuros, gracias a Eru, aunque eso, estrictamente hablando, entraría en la categoría de Valar y Maiar.

Elrond negó con la cabeza un momento después y cuestionó su opinión. Esa batalla, cuando la Hueste de Valinor había venido en ayuda y los había librado de una perdición casi segura, había sido una de las peleas más cruciales de su larga vida, mientras que esto de aquí no era importante en lo absoluto. Eso no era del todo cierto, por supuesto. En el gran esquema de las cosas, esta batalla, aquí en Donrag, era técnicamente insignificante, pero no obstante para él había sido significativa, y mucho. Nadie atacaba a su pueblo sin tener que responder por ello, y él no se quedaba de brazos cruzados y observaba mientras las personas que amaba eran tratadas de la peor manera. Acción y reacción, golpe y contragolpe, odio e ira, miedo y dolor ... había cosas que se entrecruzaban irreversiblemente entre sí y con la venganza, y había suficiente de sus antepasados dentro suyo como para ignorarlo.

Su lado más oscuro, probablemente en su mayoría noldorin, todavía estaba en guerra con la parte de él que estaba entrenada en las artes curativas y había visto más que suficientes batallas, sus secuelas y sus víctimas, mientras se abría paso entre los cuerpos inmóviles que cubrían el suelo. Un momento después, él y Elrohir se detuvieron, a solo cuatro o cinco metros de la gran escalera que conducía a la entrada principal de la mansión de Acalith. Esta vez, Elrond y el resto de los guerreros de Meneldir habían tomado la ruta más directa para salir de la casa, a saber, la de la entrada principal, sabiendo que no habría nadie que los desafiaría. En general, los hombres de aquí no eran los más inteligentes que alguna vez hubieran honrado este mundo, pero tampoco eran estúpidos; solo los verdaderamente estúpidos desafiaban a un señor elfo lleno de furia.

Frente a él, Elrohir miró a su alrededor con los ojos muy abiertos, sorprendido. Elrond no podía culparlo. Después de que el gemelo se hubiera adentrado en la casa, la batalla se había intensificado y vuelto más desesperada, y las señales de eso se podían ver por todo el patio. Había más cuerpos de los que el semielfo había visto en algunos años, y aquello lo llenó de una profunda tristeza. Eso fue suficiente para volver a controlar sus instintos más oscuros, y Elrond miró a su alrededor, sintiéndose más tranquilo una vez más a pesar de la preocupación que le roía el corazón.

"¿Dónde estaba Legolas la última vez que lo viste, Elrohir?" - le preguntó a su hijo, sonando mucho más sereno de lo que realmente estaba - ¿Con Ferdhôl y el resto de tus guerreros?

"Sí ... sí" - respondió Elrohir distraídamente. Sus ojos vagaban sobre los cuerpos inmóviles y los hombres que corrían de un lado al otro del patio; tenía una expresión de perplejidad en su rostro, como si no pudiera identificar ese lugar con el que había visto hace media hora. Elrond también supuso que Elrohir estaba buscando a su gemelo; no importaba lo preocupado que estuviera Elrohir por Legolas, estaría mucho más preocupado por Elladan - "Sí, eso creo. No sé adónde lo habrán llevado".

Un mar de problemas (Libro 06)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora