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Ir a casa, juntos

Cada vez estaba más oscuro a medida que caía la noche. Unas pocas estrellas apagadas cuelgan en el cielo, patéticamente esporádicas.

Debajo hay un espacio abierto. O, para ser precisos, un parque infantil abandonado, con sólo un tobogán en el centro.

Tiene casi veinte años, y cuando se construyó por primera vez, muchos niños solían jugar aquí. Además del tobogán, también había columpios, un balancín, una zona de arena, etc.

Pero después de todos estos años, los niños han crecido y el lugar se ha vuelto viejo y anticuado. En comparación con las instalaciones recreativas más avanzadas, este lugar ha perdido todo su atractivo y ya casi no vienen niños.

Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, una figura oscura se acercó a la zona.

Shang Yufei pasó por encima de la cerca y miró el tranquilo espacio abierto. Antes de eso, había buscado todos los lugares a los que Bai Yue podría ir. Si no existe tal cosa, solo puede considerar llamar a la policía.

El claro era pequeño, y de un vistazo pudo ver cada rincón: estaba vacío. Pero en lugar de irse, Shang Yufei se acercó y se inclinó para mirar la entrada del tobogán.

La entrada al tobogán era una cabaña en forma de seta con mucho espacio.

La suerte quiso que viera una figura familiar en el interior.

El otro hombre estaba acurrucado, abrazando a sus rodillas y encogido en su interior, con la frente apoyada en las rodillas, sin decir una palabra.

Cuando Shang Yufei entró, no controló deliberadamente sus movimientos, por lo que el volumen no fue demasiado bajo. Bai Yue debió oírle, pero seguía sin responder.

Aunque la sala de las setas tenía algo de espacio, era un poco estrecha para que cupieran dos hombres.

Shang Yufei se puso en cuclillas afuera, trepando el techo en forma de hongo con sus manos: "Oye, regresemos".

Bai Yue finalmente respondió un poco. Con la cabeza aún enterrada entre sus brazos, giró la cabeza hacia un lado, logrando mostrar sólo un ojo gris claro.

"¿Estás aquí para romper conmigo?"

"¿Eh? Qué estupidez".

Bai Yue volvió a enterrar la cabeza: "Lo sabes todo, ¿verdad?".

Sang Yufei guardó silencio.

En todo caso, esta tarde -cuando la madre de Bai le había comunicado por primera vez la noticia- lo había esperado a medias, pensaba que era un error en la notificación.

Pero al oler las feromonas en el aula que pertenecían exclusivamente a Alpha, se vio obligado a creer este hecho.

Simplemente se sentó y apoyó su espalda en la pared exterior de la casa de las setas, "Sí, lo tengo".

Frunció el ceño: "¿Por eso me evitabas antes, por esta mierda?".

En ese momento, Bai Yue levantó ligeramente la cabeza, con los dedos tirando con fuerza del pelo de la frente, tratando de no dejar traslucir sus emociones: "No quería que lo supieras".

"¿Por qué?" Shang Yufei recordó lo que acababa de decir Bai Yue y tiró de la comisura de los labios: "¿Crees que me importan cosas tan triviales? Te digo que no voy a romper contigo. Y no está permitido ......"

"Porque esto me escondí de tí".

"......"

Bai Yue cerró los ojos, "Esto es sólo, no es trivial".