09 | call of silence

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"Don't you think 'bout me enough?
I've been burning my heart out."




Días después, y contra todo pronóstico, Hyerin consiguió un trabajo que nunca había pensado que podría desear. Le ofrecieron ser asistente de estilista. Requería tomar cursos de capacitación cuatro días a la semana en la empresa para poder mantener el trabajo pero era más de lo que ella podía haber esperado.

La parte difícil fue tener que dejar sus responsabilidades en la pastelería. Ya no podría hacerse cargo de la misma cantidad de cosas que antes y solo podría ayudar un par de veces a la semana. Después de todas las dudas que tuvo al entrar al negocio familiar, ahora que había decidido apartarse nuevamente sentía un extraño dolor en el pecho.

Era una sensación muy agridulce, pero Hyerin por fin comenzaba a sentirse mejor con lo que estaba haciendo con su vida. Sabía que si ocurría lo peor, siempre tendría un lugar a donde regresar. Comenzaba a sentirse un poco mejor consigo misma.



—Así es como haces el sombreado de ojos más profundo, —explicaba una de sus instructoras—. Con la persona adecuada, este estilo queda muy bien. Lo hemos usado con algunos de los artistas masculinos y algunos tienen la estructura facial perfecta para lucirlo.

Hyerin tomaba nota de los conceptos importantes, haciendo bosquejos en su libreta. Todavía tenía mucho que aprender, especialmente en el maquillaje masculino. Estaba acostumbrada a maquillar chicas y había ciertos conceptos que no quedaban tan bien aplicados a los chicos. Además, el cabello era todo un tema completamente diferente.

Comenzaba a pensar que no había tomado una decisión tan acertada al dejar lo que, de cierta forma, ya comenzaba a ser familiar para ella para tirarse de cabeza a una oportunidad que aún se sentía irreal y fuera de su alcance. ¿A quién quería engañar? Aquella vez había tenido suerte, pero no tenía el talento para seguir con aquella fantasía...

—Oh, veo que lo has entendido muy bien, Hyerin, —dijo la instructora asomándose sobre su hombro para mirar sus notas, especialmente los dibujos y esquemas en ellas—. La próxima sesión traeremos modelos para que puedan ir practicando.

Hyerin suspiró, mirando sus bocetos. Quizás solo era su ansiedad hablando por ella. Últimamente sentía que aquella vocecita que de vez en cuando le decía que no hacía las cosas bien sonaba con mayor intensidad. Hyerin decidió tomar el cumplido de la instructora, aún si no lo creía del todo.

Con eso, terminaron los cursos de esa semana. Los días continuaban pasando rápidamente para ella, que cada vez se veía más atareada tomando las clases y ayudando en la repostería los días que podía. Recordaba como la última vez que había visto a Baekhyun, hacía ya unas semanas, le había dicho que los idols eran obsesivos con el trabajo y quería abofetearse por lo insensible que había sido. Si él pudiera verla ahora mismo, trabajando cada uno de los días de la semana apenas sin detenerse a respirar, la llamaría hipócrita y ella lo tendría merecido.

—¡Hyerin!

La voz de su hermana la despertó de un salto y fue ahí cuando se dio cuenta que se había quedado dormida en la parte trasera de la repostería junto a los congeladores. Sentía la piel de gallina por el frío y sus dientes castañeteaban. A pesar de esto, había estado tan exhausta que había aprovechado la oportunidad de dormir al menos por unos minutos.

exile | baekhyunWhere stories live. Discover now