17 | downtown

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"I thought if you had a piece of me,
I could keep the other 2 or 3,
But now, that's not how it works."



Baekhyun leyó el mensaje otra vez. «Contesta.». Después de unos segundos su teléfono comenzó a vibrar en su mano. En la parte superior de la pantalla podía ver el mismo número llamándolo por tercera vez esa noche. Parecía que no importaba cuantos números bloqueara, iban a seguir llamandolo.

Dejó pasar la llamada y cerró los ojos un segundo con un suspiro profundo. Tendría que mostrárselo a su manager más tarde, supuso, aunque no había mucho que Jaesang-hyung pudiera hacer por ahora. Agotado, puso su teléfono a un lado sobre la mesa y trató de despejar su mente; aún le quedaban un par de horas de sueño y no podía permitirse desperdiciarlas.

La noche era fresca, las sábanas tibias, y la chica a su lado era como un milagro. Podía verla temblar levemente pero el frío no la despertaba. Él tomó la cobija y cubrió aún más sus brazos expuestos y se acercó a ella.

Hyerin acostumbraba a dormir de lado, a veces dándole la espalda, y a Baekhyun le encantaba abrazarla por detrás y amoldarse a su cuerpo. Con sus propios brazos alrededor de ella y su rostro oculto en su cuello, sentía un hormigueo en cada parte de su piel que entraba en contacto con ella. Tratando de no despertarla, le dio un suave beso en el hombro.

La abrazó hasta que sus inquietudes se dispersaron. Hasta que dejó de sentirla temblar. Hasta despuntar el alba, cuando no le quedó más opción que dejarla ir.



Hyerin despertó en la habitación de Baekhyun pero no había nadie junto a ella. No era la primera vez que pasaba.

Estaba sola en el departamento y era hora que se presentara a trabajar también. Recogió sus cosas lo más rápido posible, tratando de no sentirse como una intrusa y salió discretamente del edificio. En todo el camino de regreso a su propio departamento aún no podía deshacerse de la desagradable sensación que le provocaba el despertar en su departamento vacío.



Se apresuró a su estación de trabajo en la segunda planta del edificio. Otra de las razones por las que Hyerin sentía un permanente mal sabor de boca estos últimos días era la conversación que había tenido con Yuna. No ayudaba que la chica fuese prácticamente su superior inmediato, así que tenía que verla, sonreírle y fingir que las palabras hirientes que le había dicho antes no significaban nada para ella, cuando en realidad la habían dejado caminando sobre una capa fina de hielo.

—Lo estas haciendo mal, Hyerin. Repitelo todo.

Hyerin escuchó la voz de Yuna detrás de ella y sin voltear acató la orden y comenzó con su trabajo nuevamente. Repitió el mismo ejercicio ocho veces hasta que Yuna le dejó avanzar al siguiente, y para ese momento ya iba considerablemente retrasada en comparación al resto del equipo. Hyerin solo suspiró y apretó con fuerza la tela de su falda, que ya estaba arrugada por todas las veces que lo había hecho ese día. Gran parte del por qué estaba tan frustrada, era porque después de escuchar de la voz de Yuna una y otra vez lo inepta que era, parte de ella comenzaba a creerlo.

exile | baekhyunWhere stories live. Discover now