ℳℯ𝓈ℯ𝓈【𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐁𝐚𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜】

Capítulo 5

| Promesa |

Abrí mis ojos de forma lenta, la luz del lugar me molestaba, todo era muy blanco y mi cabeza dolía un poco, me sentía algo confundida y mareada.

-hasta que despiertas. -escuché una voz a mi lado, pero aún estaba recién procesando todo, así que no contesté- ¿primero Tony y ahora tu? ¿Es en serio? Deberías avergonzarte del tiempo y dinero que me hacen perder, ustedes siempre...

Mi madre siguió reclamando pero la verdad es que ni si quiera la oí, necesitaba despertar tranquila sin embargo su voz estaba en mis oídos todo el tiempo reclamándo sobre diferentes tipos de cosas que ni su quiera quería oír del todo.

-mamá solo cállate. -hablé de mala gana colocando mi mano en mis ojos.

-¿qué dijiste? -se acercó a mi- ¿a quien crees que le estas hablando?

-me acabo de despertar, me duele la cabeza, puedes gritarme o lo que sea al llegar a casa, pero ahora por favor deja de hablar. -Abrí mis ojos al reclamarle viendo que solo estábamos nosotras dos en la pequeña sala blanca del hospital.

Mi madre solo se abrazó a si misma frunciendo el ceño y mirando hacia otra parte.

-tienes una costilla rota. Necesitas estar en reposo unas semanas. -dijo ahora más calmadamente captando mi atención- pero una costilla rota no es tan grave como una pierna o lo que sea... así que a penas te sientas bien iras a clases.

-¿te estas preocupando por lo que hago? -la miré extrañada y con un poco de esperanzas.

-no, solo no quiero seguir pagando cuadernos.

Oh...

-la última vez que me compraste un cuaderno fue hace tres años...

-igual. -comenzó a caminar hacia la puerta- estarás en observación este día por todos los golpes que recibiste... -negó mirandome de arriba a bajo- yo tengo trabajo que hacer.

-espera. -levanté la voz para que no se fuera aún- ¿que pasó con el chico que me trajo?

-se tuvo que ir, lógicamente... son como las doce de la noche, y al parecer él si es responsable con su madre. -por favor cierra la boca- pero... aquí estás tú. -negó para finalmente salir de la sala.

Suspiré pesadamente mirando hacia el lado... no quería pensar en nada, pero... no podía evitarlo, tenía 16 y me faltaba muy poco para salir de la escuela... en cambio aquí estaba yo, en un hospital con una costilla rota, como un simple tiro al aire.

No me gusta verme débil, y no sé como representar mi rabia en estos momentos, jamás me enseñaron como hacerlo.

Será una recuperación no muy larga de todas formas.

*°°°*

Habían pasado unas dos semanas desde que había salido del hospital, en ese tiempo estuve en cama para hacer reposo y tuve las duchas más dolorosas de mi vida, pero podía soportarlo. Mi rostro estaba sin las vendas, aunque seguía con unos feos moretones y mi ojo dañado algo rojo, pero podía ver perfectamente, al menos ya se estaba sanando.

En cuanto a mi recuperación... Tony actuó mejor de lo que pensaba, me traía papas en bolsa de vez en cuando para comer, y eso fue suficiente para alegrar mi existencia.