ℳℯ𝓈ℯ𝓈【𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐁𝐚𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜】

Capítulo 20

| Escape |

° Arleth °

Ese día en casa de Keisuke decidí hablar, estaba dispuesta a hacerlo, a sacar todo lo que tenía dentro por primera vez mostrando tal vez mi lado más vulnerable hacía una persona, mi tristeza por Tony, y las discusiones con mi madre...

Pero aunque lo intenté, ninguna palabra salió de mi boca en cuanto a Ronin.

¿Vergüenza? ¿Miedo? ¿Culpa tal vez? Cuando vives un abuso, no sabes como reaccionar a ello. Cuando lo pienso en mi cabeza pienso... tal vez me confundí, tal vez Ronin no estaba tocando bajo mi falda aunque así lo sentí, sentí como tocaba en donde no debería, sentí "cosquillas" pero... tal vez fue imaginación mía, tal vez Ronin no es malo, tal vez yo me confundí y lo golpeé y él solo quiere hablar conmigo. Tal vez yo soy la culpable de eso por dormir de esa forma o quedarme a solas con él y confundir aquella supuesta amabilidad.

Debo admitir que aunque esa presión seguía en mi pecho, esa culpa mejor dicho, haber contado gran parte de mis problemas o sentimientos a Keisuke me había ayudado demasiado. Él solo me escuchó atentamente mientras me rodeaba con sus brazos, y eso fue suficiente para entrar en confianza.

Ahora entiendo algo... ese beso que nos dimos no fue tan real como creí haberlo sentido, después de todo aun falta demasiado por conocernos.

Había empezado a ir a la escuela también, después de todo no quería seguir estorbando en casa de Keisuke ni estar en la mía. Aunque si, sigo durmiendo en cama de Tony y casi siempre lloro mientras abrazo su almohada imaginando que lo abrazo a él. Me sentía segura con Tony, y me duele no poder aclarar las cosas con él, decirle que no esta solo, que él es mi hermano... nos criamos juntos, es solo un lazo de sangre después de todo.

En total, habían pasado cuatro días desde que hablé con Keisuke. Y en estos momentos estaba ya lista para ir a clases, únicamente me faltaba ir por mi mochila en la habitación, ya que yo estaba en el baño arreglandome.

Salí del baño, cerrando la puerta detrás mío.

-oye. -ahogué un grito- es como si hubieras visto un fantasma, relájate. -mi madre frunció su ceño molesta.

-me asustaste. -susurré.

-no importa. ¿Sabes donde esta Tony o si se fue? -frunció un poco su ceño- Ronin esta empezando a sospechar de que... ya sabes. -puso los ojos en blanco sacando uno de sus cigarrillos.

Me tardé unos segundos en responder, a pesar de que Tony no es su hijo, siempre le tuvo algo más de preferencia o lo trataba un poco mejor que a mi. No lo amaba ni quería claramente, pero casi nunca le colocaba una mano encima o le gritaba a diferencia de mi.

-no lo sé... -apreté mis labios- ¿Ronin...? -comencé a decir- ¿Ronin esta viviendo aquí?

-¿eh? -me miró frunciendo el ceño- si, por un tiempo. Así que lo mejor será que lo trates bien.

-¿no trabaja?

-Arleth, no te metas en lo que no te importa. -dió media vuelta para ir a su habitación- vete, ya me estas fastidiando.

Suspiré con fastidio mirando hacia abajo mientras ella se retiraba hacia su habitación nuevamente.

-oh, que sorpresa. -esa voz... él se había levantado- oh, buenos días Arleth.

No me volteé, me quedé quieta en mi lugar apretando mis puños y mandíbula, queriendo correr pero sin poder hacer nada al mismo tiempo.

-saluda. -ordenó mi madre.