ℳℯ𝓈ℯ𝓈【𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐁𝐚𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜】

Capítulo 37

| En un día viernes |

-Valhalla... -pronuncié jugando con la mano de Keisuke- los nombres de pandillas suelen ser muy creativos.

-más o menos... es un nombre elegido en conjunto normalmente. -respondió con una voz grave, tenía su mano entrelazada con la mía, su mano estaba calentita.

Estábamos en nuestro lugar, acostados en el pasto a unos metros del árbol, el cielo estaba oscuro, era de noche pero seguía siendo temprano, se veían muchas estrellas en estos momentos.

-hm... -me acomodé en él escondiendo mi rostro en su cuello, él colocó una mano en mi cintura- has estado extraño.

-¿yo? No.

-claro que si. -lo miré con mi ceño fruncido- has estado más pensativo y extraño, y me estas asustando.

-no, no es así solo... ahm... -se quedó pensando una excusa, colocándose sonrojado cuando no se le ocurrió nada.

Suspiré mientras me sentaba abrazándome a mi misma y mirando hacia arriba, Keisuke se sentó colocando una mano en mi muslo en forma de cariño, viéndome expectante.

-son lindas, ¿no? -comencé a decir.

-¿que cosa?

-las estrellas. -sonreí mientras lo miraba- ya hemos hablado de ellas, y Keisuke. -tomé su mano nuevamente con la mía- no es bueno encerrarse en su propio mundo, tienes amigos, me tienes a mi, a Chifuyu... no estas solo, solo quiero que lo sepas, ¿está claro?

-lo sé. -sonrió a penas, más bien parecía una sonrisa triste.

Apoyó su frente con la mía mientras ambos mirábamos hacia abajo en silencio, sin decir nada, sin incomodidades, solo nosotros bajo la manta de estrellas que estaba en el cielo iluminandonos junto con la luna, ni si quiera tenía miedo porque... este lugar nos daba paz.

Y por supuesto, marcamos nuestras iniciales en el árbol.

-estoy tomando malas decisiones en mi vida, creo. -habló captando mi atención. Yo me quedé en silencio- no sé... que hacer. Si pienso demasiado, si estoy en mi mundo no es porque no te quiera o algo, solo... -se apartó relamiendo sus labios, mirando hacia arriba- solo tengo un debate enorme en mi mente.

-¿quieres que hablemos de eso?

-no... -negó con una sonrisa fingida- no. Es algo que tengo que ver por mi cuenta, estoy seguro de que podré yo solo, no tienes que preocuparte Arleth, es lo que menos quiero.

-es inevitable no preocuparme por ti cuando hablas así. Tu me ayudaste cuando estaba mal, y me gustaría hacer lo mismo, es... frustrante estar de brazos cruzados todo el tiempo, Keisuke. -lo miré apenada.

Apoyó su mano en una de mis mejillas, dejando un beso en mi frente.

-no es que no me ayudes, lo haces, y mucho más de lo que te imaginas, me das mucha felicidad. -me sonrió- eres como mi estrella.

-uh. -me sonrojé- eso sonó cursi...

-lo sé. -ambos reímos sin poder evitarlo.

-no pero en serio... si uno de los dos tiene que ser la luz del otro, yo digo que lo eres tu. -comencé a decir- llegaste, a pesar de yo ser en su momento alguien horriblemente terca te quedaste y aquí estamos.

-jamas me aburriste, incluso cuando te conocí. -ambos nos echamos hacia atrás otra vez, quedando como estrellas en el pasto- en el fondo sabía que necesitabas ayuda, y quería dártela.