ℳℯ𝓈ℯ𝓈【𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐁𝐚𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜】

Capítulo 18

| Comportamiento |

° Arleth °

Mi rostro duele... pero al menos si estoy en el hospital, un regaño de mi madre me da igual en estos momentos, pero me sentí mal haciendo que Tony se preocupara.

Jugué con mis manos, me senté en la camilla subiéndola con un un botón para quedar no tan acostada.

De pronto, la puerta se abrió llamando mi atención, e inmediatamente una cara de preocupación se formó en mi rostro, ¿por qué están ellos aquí? ¿Fue Tony quien los llamó?

-hola. -sonrió Chifuyu- ¿que tal? -¿me estas viendo?

Keisuke estaba en silencio y con su ceño fruncido a un lado de la camilla, yo agaché la mirada apretando mis labios.

-¿y Tony? -susurré.

-esta en la sala de espera dándole unos datos a la enfermera. -respondió Keisuke. En la sala hubo un pequeño silencio, y claramente yo no levanté la cabeza- Chifuyu... ¿podrías darnos un segundo?

-no. -respondí yo.

-Chifuyu. -insistió Keisuke.

-c-claro uh... -nos miró a ambos- iré con Tomy.

-es Tony. -fruncí mi ceño.

-¡eso! Tony. -se corrigió- no tardo.

Chifuyu salió de la habitación, yo suspiré jugando con mis manos, él estaba delante mío, que vergüenza y decepción... además, ¿por qué tenía que estar aquí? Quiero que se alejé, no que este cerca mío, ¿¡no puedes ver que me estoy hundiendo, Keisuke!? ¡no quiero que te hundas conmigo!

-no voy a obligarte a hablar conmigo. -comenzó a decir, yo lo miré con mi ceño fruncido, pero a la vez con algo de tristeza- tampoco a que me des explicaciones, si quieres romper la promesa puedes hacerlo. -me quedé en silencio- pero... quiero que sepas que en ningún momento te he dejado sola, a pesar de lo que pasó... -agachó la mirada con las manos en sus bolsillos- Arleth, no me conoces bien ni sabes el tipo de persona que soy o lo que he hecho... no puedo corresponder ninguno de esos sentimientos tuyos, porque tu tampoco los tienes claros, y en estos momentos yo no puedo tener algo amoroso contigo, tengo... asuntos que resolver.

-no tienes que darme explicaciones... -hice una pequeña mueca, mis ojos se cristalizaron- tienes razón con eso. -por algún motivo mi voz se quebró- p-pero... ya no quiero hablar del beso, ni de promesas... -una lágrima se deslizó por mi mejilla- ya nada de eso... importa. -mentí, mis labios temblaban- ¿podemos... dejarlo hasta aquí? -no lo miré.

Hubo un silencio en la sala en el cual mis nervios se apoderaron de mi cuerpo... es lo mejor, yo jamas estuve hecha para tener una vida normal o alegre, nadie es bueno, no lo merezco.

-estamos rotos.

-¿uh? -lo miré sorprendida.

-hm. -sonrió con ojos cristalizados- no estás... sola. -mordí mi labio entre lágrimas- ven a comer un peyoung yakisoba a mi casa algún día de estos -sonrió.

Pero yo fruncí mi ceño entre lágrimas.

-¡basta! -le grité- ¡basta! ¿¡por qué demonios eres asi conmigo!? ¡ni si quiera sé si eres amable! -le grité entre lágrimas- ¡odiame, Keisuke! Ngh... -tomé su camisa con mis manos acercándolo a mi con rabia, él tenía un rostro neutro, pero a la vez con tristeza- mierda... odiame. -mis manos comenzaron a temblar, más que nada por la fuerza con la que tenía afirmada su camiseta.