Capítulo 1 - Humano.

4.5K 273 153
                                    

personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.
















...

el ardor era lo único que podía sentir, no había nada más, podría estrellarse brutal mente mientras se precipitaba por aquél abismo, aún envuelta en las llamas que destruyen su blanca y perfecta piel, desfigurando por completo su rostro, carbonizando su cuerpo como la seca madera en una fogata.

todo de ella se estremeció cuando el final de su recorrido llegó, aún no comprendía bien lo que hace unos instantes pasó, antes de ser víctima de tal abrumadora temperatura que sobre ella se descargó, sin saber cómo un ser tan débil le había herido, pero sobre todo... derrotado.


-maldito...- con la poca voz que disponía logró hablar, sin poder hacer nada más que observar las llamas sobre ella, no olvidaría el nombre de ese humano que le hizo tal cosa. -maldito escanor!.- con ira total pronunció ese nombre rechazando tal humillación por la que había pasado, rechazando este resultado que nada dejaba a su favor, completamente débil e indefensa.

sus ojos se cerraban siendo cegados por la directa luz del mediodía que sobre ella se derramaba, una luz, un calor semejante al poder que fue descargado en ella, no obstante antes de que pudiese cerrar por completo la mirada una silueta cubrió tal fastidiosa sensación. Una ropa extraña y un peinado que nunca antes había visto fue lo que le llamó la atención y, ante la tortura interminable cerró sus ojos en contra de su voluntad.







lo primero que pudo sentir fue un olor, un olor agradable inundando sus alrededores, al menos eso fue lo que su olfato le dijo y momentos después sus calcinados párpados se abrieron.

su vista se deslumbró con la repentina luz que recibió, cerró su mirada una vez más ante tal fastidio que sobre ella recargó, pero se esforzó una siguiente vez y aunque la incómoda sensación permaneció, la visión se aclaró poco a poco.

confusión, repulsión y quien sabe más cosas le invadieron, pues la madera del lugar, los alrededores, el sol colándose por el cristal de la ventana fue el escenario que le recibió, una tranquilidad que alguien de su raza no desearía. Aquel olor parecía provenir de la cocina que un poco más allá se encontraba, con una olla preparando comida humana, le fastidió, le irritó estar en semejante lugar, Pero, de pronto un sonido le distrajo, la puerta de ese pequeño hogar se abrió lentamente, con un chillido del oxidado metal, donde por primera vez pudo verlo, una chico humano, un joven que sonreía cuando al ver el lugar se encontró con esos negros ojos por fin abiertos.

-Hola!.- saludó después de entrar y posteriormente cerró la puerta. -Qué bien que ya hayas despertado.- dijo después, traía consigo una canasta repleta de frutas y quién sabe qué más cosas, a Meláscula no le interesó en absoluto eso, además notó que no podía contestar, su boca y el resto de su cuerpo había sido cubierto por tela blanca que seguramente tenían la intención de hacerla prisionera, o tal vez... ¿curarla?.

Amor Entre Mundos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora