Capítulo 8 - Pecado.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

la mirada dorada no se separó de él, el sudor se deslizó en pequeñas gotas que dejaban al descubierto su preocupación.

-vaya, parece no saber la clase de criatura que vive con usted.- merlín como se había proclamado siguió tomando la palabra, dejando a un gokú que sin muchas palabras le escuchaba atento. -por si no lo sabe, los compañeros de ella están destruyendo todo lo que obstaculize su paso, esa mujer no es más que un bicho que se aprovecha de usted.- con su clara mirada señaló al mandamiento que entró inmediatamente en cólera.

-maldita zorra!.- la voz de la peli-rosa no pudo contenerse más, la oscuridad que de ella emergió apartó a gokú de la puerta y su figura se mostró ante el pecado capital que con una sonrisa burlona no parecía sentirse amenazada en lo más mínimo.

-¡no la escuches gokú!.- contestó a los comentarios que la pelinegra había soltado. -ella es parte de las personas que antes me lastimaron, solo han venido a tratar de matarme otra vez.- explicó, entonces los ojos de la recién llegada se entrecerraron por el comentario dado.

-pero miren, alguien al fín decidió salir de su escondite...- nuevamente retomó la sonrisa y observó directamente el ceño fruncido de la diablesa. -así que tú eres el bicho que trata de engañar a este hombre.- siguió hablando  solo causando aún más enfado en meláscula.

-¡no la escuches gokú!.- inmediatamente después de escucharle exclamó .-ella es peligrosa, pero yo me ocuparé.- sus colmillos se apretaron y su oscuridad hirvió de la rabia por la presencia de esa mujer que, aunque no le conociese le fastidiaba que viniera por gokú. -no permitiré que ninguno de esos pecados te ponga las manos encima.- aclaró, pero antes de que su oscuridad arremetiese contra la maga, una extraña barrera púrpura apareció repeliendo los ataques de la diablesa.

-¿proteger?.- interrogó burlona, pues ahora a causa de las palabras de Meláscula obtuvo el nombre del hombre frente a ella. -¿gokú, no es verdad?.- hizo mecer su corto cabello en un movimiento de rechazo hacía la demonio que llena de cólera intentaba buscar la manera de atacar. -cree que estaría bien que mientras usted está siendo manipulado por esta demonio, el resto de los mandamientos asesinan a gente inocente, destruyen los pueblos y reinos que con tanto esfuerzo se ha logrado mantener?.- interrogó, los ojos de gokú miraron con decepción a la hermosa diablesa que apretó sus puños sin saber cómo silenciar a la maga.

-podría prestar su fuerza para detener eso, ella no es su amiga, solo es un monstruo que trata de seducirlo.- de forma elegante y cero preocupada recitó cada palabra, inmediatamente meláscula se giró hacía dónde el chico se encontraba.

-¡e-eso no es cierto!.- aclaró y voló hacia dónde el humano se encontraba. -yo no tengo nada que ver con ellos, yo vine aquí por tí.- se explicó, pero para ese momento las dudas del chico habían vuelto a emerger nuevamente.

-el deber de los demonios como ella es solo conquistar toda britannia, no les importa cuánta masacre traigan consigo porque eso solo es un gozo para ellos, apuesto que en el fondo esa desea matarlo y devorar su alma.- fácilmente describió como Meláscula se llegó a sentir alguna vez, pues en el primer día que le conoció trató de hacer todo eso, cosa que no logró consumar siendo un rotundo fracaso.

-¿es cierto?.- gokú habló, con una imponente mirada que de alguna forma le intimidó y sin poder contestar desvió la mirada. 

-no, yo nunca haría eso!.- respondió, palabras que causaban burla en el rostro de merlín, de alguna manera parecía ser divertido ver a un demonio no poder actuar de acorde a su naturaleza.

Amor Entre Mundos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora