24. Destino fijado

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Sus ojos empezaron a abrirse nuevamente, pero ahora ya no se sentía en la misma posición que se había sentido la primera vez que despertó, aún sentía las cadenas en sus manos, pero ahora se encontraba sentada en una superficie rocosa.

Su cuerpo empezó a responder a su cerebro y empezó erguirse, recorrió su mirada para encontrarse en una celda subterránea, vio que aún todo su cuerpo estaba encadenado y se sintió curiosamente débil; como una debilidad aplastante que no le permitía movilizarse más allá lo que su cuerpo podía. Agarró toda su fuerza de voluntad para arrastrarse a donde se encontraban los fierros y tener un mayor vistazo a donde se encontraba; sin embargo, lo único que pudo visualizar fueron más celdas iguales a la suya, agudizó más sus sentidos y vio como en otra celda, se encontraba un hombre con cabellera rubia vestido de traje; el hombre se encontraba en un estado deplorable, además que se encontraba igual de encadenado que ella.

- O...Oye... - intentó llamarlo a pesar de que su cuerpo parecía no querer responder a sus órdenes - ¡Oye! 

- Así que ya te levantaste - sonó del lado derecho de su celda - así que tienes fuerza y las esposas de kairouseki no te hacen efecto, pero eso no es determinante - le sonrió con sorna - así que... pasaremos a ver si la transfusión de sangre funcionó.

- De que mierda hablas - empezó a humedecer sus labios, su garganta se sentía seca.

- Digna mujer de Roronoa - amplió su sonrisa - no sabes cuánto voy a disfrutar esto.

La mujer de raro aspecto abrió la celda sin dejar oportunidad de preguntarse por qué la había llamado de esa manera; sin embargo, solo vio cómo con una de sus garras la levantaba jalando de todas sus cadenas, haciendo que se quejara del dolor que le partía la espalda. Pero la mujer, lejos de compadecerla un poco, solo amplió su sonrisa más al ver el dolor de la mujer.

(Tn)_______ se acostumbró al dolor, hasta que cayó en una habitación blanca y la mujer siguió volando hasta salir por la puerta. La joven miró a su alrededor para ver cómo había un montón de instrumentos quirúrgicos colgados en una pared, y visualizó como al frente de ella había una ventana de vidrio, donde se encontraba la mujer con alas observándola.

- Según tus análisis de sangre, todo se encuentra bien en tu cuerpo, cosa que en teoría, significaría que esto tiene que funcionar. Así que veremos si tu cuerpo puede transformarse  en su elemento.

- No entiendo ni una palabra de lo que dices - refunfuñó la mujer.

- Ya lo entenderás, querida - se volteó a su derecha dirigiéndose a alguien - Pink, ¿Puedes por favor quitarle las esposas? - la joven vio como el suelo se movía como si fuera agua, y un hombre parecía nadar a través del suelo, ella retrocedió todo lo que su cuerpo y las cadenas le permitían, pero era inútil. El hombre la alcanzó, luego sacó una llave que la liberó de todas las cadenas y ella se sintió con un poco más de fuerza, pero antes de que ella pudiera intentar luchar, el hombre se retiró de la misma forma - Ahora, veremos si tu cuerpo tendrá unas características de los Logia.

- ¿Qué? - no tuvo oportunidad de decir más cuando sintió varios pinchazos en su espalda, lo que hizo gritar de dolor y sacar su cuerpo inmediatamente de lo que eran miles de agujas en la pared.

- Hmmm, al parecer su cuerpo no se materializa en el elemento.

- ¿Ya puedo hacer el trato?

- No, es la única que no ha muerto al hacer la transfusión, lo seguiremos intentando - dijo presionando un botón, que hizo que la pared llena de agujas se movilizara a donde se encontraba la mujer.

(Tn)_______ al ver eso, trató de correr y empujar las paredes, pero era inútil; el movimiento de la pared de agujas era de manera total y era inminente el ataque, así que solo se hizo ovillo y empezó a gritar y a llorar; en definitiva, esto no fue mejor cuando la pared la alcanzó y empezó a incrustarse en su piel lentamente haciendo que gritara aún más por todo el dolor que cada aguja le estaba provocando. Las lágrimas en sus ojos estaban nublando su vista, y ella prefirió cerrar sus oídos ante los gritos que su garganta emitían; cada aguja se introducía más lentamente en su brazo y pierna derecha, podía jurar que incluso algunas de ellas le estaban llegando hasta el hueso.

Lost (Zororo Roronoa x Reader)Where stories live. Discover now