Lost (Zororo Roronoa x Reader)

35. Pachamama

Observaba la escena entre temerosa y sorprendida, el ver como su hija estaba en un canguro en el pecho de su padre, mientras este estaba cargando pesas como si luchara con sus katanas; tenía un fuerte impulso de quitarle a Quilla, pero el ver como la pequeña disfrutaba de estar así con él y lo miraba con admiración, hizo que esa parte de su cabeza se callara.

- Tranquila - le hablaron, haciendo que ella saltara levemente del susto - lo lamento, no era mi intención asustarte - le sonrió la mujer - desde que Quilla está aquí no deja de entrenar así.

- ¿Por qué lo hace?

- Porque dice que nunca se sabe cuando va a tener que luchar con Quilla en brazos, así se hará más fuerte - el hecho de que ahora le dijeran eso, no calmaba el corazón de la peli(tc)______.

- Robin - suspiró - Zoro dice que fuiste la que supo sobre esa historia de la Diosa y la tortuga... ¿Será que?

- ¿Quieres leerla?

- Sí, por favor.

- Está bien, sígueme - (Tn)______ siguió los pasos de la mujer hacia donde era la biblioteca, y espero mientras la morena buscaba entre toda la estantería - es esta - le entregó un libro viejo.

- Robin-san, no quiero corregirte, pero...

- ¿No es el título que esperabas? - la mujer negó - en una historia siempre hay varias versiones, si quieres te puedo dar la otra, pero... creo que será mejor que leas esta primera.

(Tn)________ solo asintió confiando en las palabras de la mujer.

"Pachamama"

"Hace varios años, los primeros de la tierra, habitaban pueblos originarios que vivian en contacto con elementos de la naturaleza, especialmente con la madre tierra, cuya forma tomaba de una Diosa que habitaba pacíficamente entre ellos. Sin embargo, muchas personas de este reino fueron independizandose y colonizando la tierra, y muy pocos de ellos seguían en este contacto neto con la naturaleza.

Las habilidades especiales parecían desaparecer cuando se alejaban de su tierra originaria, y parecía perderse más entre las generaciones futuras; la Diosa al observar ello, se preguntó qué era lo que había en el mundo para alejar a sus conocidos de ella, por lo que emprendió marcha para ver como era el mundo que los humanos tanto deseaban conocer.

Conoció a una pequeña tortuga que ayudó, y amarró su magia a ella para conocer todos los mares; encima de la tortuga marina gigante se formó un pequeño pueblo con los náufragos que la Diosa ayudaba y refugiaba.

Sin embargo, para eso entonces, la deidad había visto la maldad de los humanos, aunque también su bondad. Por lo que decidió mantenerse un poco al margen del pueblo, ocultándose año tras año, tomando distintas formas.

Hasta que un día, un guerrero naufragó en el caparazón de su amigo, y ella decidió mostrarse tal y como era; el hombre impresionado por la belleza de la Diosa, también se enamoró inmediatamente de ella, dando paso a una tórrida pasión, que dio frutos en meses con una hija.

El guerrero, quien tenía que volver a su tierra para dar cuentas a su rey, se despidió de ambas prometiendo que iba a volver. Pachamama, confío en su palabra y lo dejo ir, no sin antes advertirle que no debía revelar cual era su naturaleza, pues esto pondría en peligro a ella, su hija y a su viejo amigo Umigame.