36. Memorias.

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"- Law - fue lo único que pudo decir después de separarse.

- No me digas que me arrepiente"

Law no dejaba de mirar recostado el cielo estrellado, pensando en los besos que había compartido con la mujer en esas semanas; no habían sido muchos, y pudo jurar de que en varios de ellos sintió el sabor salado de sus silenciosas lágrimas, pero era lo que más atesoraba. Pues al momento de rescatarla, ella no le dirigió palabra alguna, ni siquiera al despedirse.

Él tuvo la intención de ir detrás de ella a reclamarle el por qué de su actitud, pero Zoro lo detuvo inmediatamente, ¡Claro, como él la iba a tener en su barco! Sin embargo, tampoco luchó mucho por ello; pudo ver en los ojos de la peli(tc)_____ que había algo distinto, más aún al apreciar ese nuevo poder.

Se puso a investigar sobre qué era lo que exactamente había hecho el bastardo de Doflamingo con ella, pero solo lograba toparse con puros cuentos, que para él, eran ridículos; eso no explicaba el por qué de la posible existencia de dos usuarios de la Mera Mera no mi, o el como la mujer parecía tener más alcanza de fuerza de la fruta que su portador actual. 

Él observó como incluso (Tn)________ tenía más alcance con sus llamas que el mismo Sabo, y también observó como incluso con Haki de armadura, era imposible dañarla cuando ella se convertía en fuego puro. Eso no era normal, y no quería pensar en ese tonto cuento que Robin había relatado; aunque... si lo pensaba bien, solo una Diosa haría que él se enganchara de esa manera.

* * * 

"- Abuela, ¿Por qué la gente dice que somos raros?

- Porque ellos son los raros - dijo la vieja mujer sonriendo a su nieta - las personas son muy confusas, por eso prefiero a los animales.

- Yo también prefiero eso - sonrió (Tn)_______ - así me digan rara por hablar con la mascota de la clase.

- Esa es mi niña - le celebro la mujer de cabellera blanca.

- Mamá - interrumpió una mujer morena - deja de meterla ideas en la cabeza a mi hija, por favor.

- Pero mamita, es cierto - dijo corriendo a los brazos de su madre - la pequeña tortuga que tenemos en el colegio, me entiende.

- No digas eso, mi amor - besó su frente - ahora vamos, es tarde."

* * *

"- Por favor, deja de meterle esas ideas en la cabeza, mamá.

- Ella tiene que saber cuáles son sus orígenes, Khuyana*.

- Eso la pondría en peligro, especialmente con el alcalde cuestionando todo lo que hacemos.

- Ese mal educado - chasqueó la lengua - desde que tu padre y yo llegamos acá, nos hacía la vida imposible.

- Bueno, si la isla empieza a moverse de la nada con su llegada, debe ser algo de sospecha ¿No crees madre? - contestó sarcástica.

- Umigame es sabia - sonrió la vieja.

- ¿Quién es Umigame? - preguntó la pequeña peli(tc)______ somnolienta.

- Nadie, mi amor - se apresuró a cogerla en sus brazos - ven, vamos a dormir, preciosa."

* * *

Los recuerdos de su niñez se hacían presentes con un poco más de nitidez, más de la que en su vida había tenido; recordaba que cuando era niña, ella paraba sucia debido a que jugaba más con los animales callejeros, que con los niños. Se sentía más cómoda entre perros, gatos, pájaros y demás, que cuando estaba en el colegio.

Su abuela se lo celebraba, mientras su madre, intentaba amortiguarlo; así fue hasta que un año más tarde, su querida abuela falleció, y se sintió vacía; por lo que los animales empezaron a tomar un segundo plano muy definido. Dejó de sentir ello que de pequeña la hacía ser ella; aunque, para alegría de su madre, empezó a convivir más con niños y niñas de su edad.

Miró a Inti que estaba dormido en la esquina de la habitación, y recordó que era lo que había sentido cuando vio al pequeño felino desprotegido y quizás a punto de morir; era como que algo se había despertado en ella, como el sol que iluminaba algo en ella. Estaba teniendo una relación muy abusiva con Damian, y solo la aparición de Inti, hizo que su pecho se llenara de un coraje que creía no poseer; claro estaba de más decir que ver al cachorro enfrentarse al pelirrojo por ella, le dio más fuerza de voluntad.

Inti, como el sol, había iluminado cierto lado de ella que creyó que no existía; y ahora le estaba ayudando a reconsiderar todo lo que era de su existencia. 

Las historias que Robin le había dado esa tarde, si bien terminaban de distintas formas; la esencia era prácticamente la misma; sobre la existencia de cierta descendencia de una divinidad o demonio, dependía desde que punto de vista se veía en la lectura. El creer que ella o Quilla fueran descendientes de ese ser, hacía que su cabeza diera vueltas.

"Hija de dos demonios"

Casi mata a Doflamingo por dirigirse de esa manera a su hija, aunque ahora no sabía ni que pensar; bueno, no era que quería hacerlo. Pues cuando lo pensaba más, una idea loca se asomaba en su cabeza, y todo partía desde testimonios de personas sobre que Umigame estaba en el West Blue. ¿Entonces por qué ahora estaba en el nuevo mundo?.

Algo de su corazón parecía palpitar la respuesta, pero su lógica - que más dañada no podía estar - acallaba ese latido inmediatamente.

Había perdido la cuenta sobre cuantos ataques de ansiedad le habían dado esa tarde, prácticamente, Robin y Chopper tuvieron que estar con ella en cada libro que se ponía a investigar; pues no querían que Zoro se enterara de que habían desobedecido a la regla de "No alterar a (Tn)_______".

No pudo evitar dibujar una sonrisa floja al recordar al peliverde, no era para nada igual al hombre del cual se enamoró en su isla; era muy distinto, se le notaba en el carácter a leguas. Si bien Kenshi no era muy hablador al inicio, era más relajado en algunos aspectos; pero Zoro, parecía llevar un enorme peso en su espalda que parecía no liberarse.

Su mirada se dirigió a Quilla, que estaba dormida boca abajo con el ceño fruncido, que sin duda era la marca de su padre; su cabello había crecido a un verde con ondas**, que le encantaba enredar sus dedos para formar aún más. Mismos cabellos que había heredado de su padre, quién no dejaba de sobre protegerla de sus nakamas; quienes a su vez, no dejaban de consentir a la pequeña con sus ocurrencias.

Ver sonriente a su hija a veces le hacía pensar que quizás no hacía mucha diferencia si ella estaba ahí o no.

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Khuyana*: de origen quechua, significa "Amor, compasión, digna de ser amada".

**: Es la única descripción que le daré a la protagonista, hablando físicamente, ya que no sé muy bien el poner (lacio/ondulado/rizado, etc) para su comodidad, y para que la lectura sea llevada con fluidez.

Espero les guste <3

Lost (Zororo Roronoa x Reader)Where stories live. Discover now