Lost (Zororo Roronoa x Reader)

46. Último movimiento

- ¿Todo bien? - besó su espalda - te he notado tenso estos días.

- Sí, todo bien - agarró sus manos.

- Te has quedado estas últimas noches mirando en esa dirección - lo rodeó - ¿Pasa algo, Kenshi? - sostuvo su rostro.

- Todo bien, hermosa - besó su frente.

- ¿Sabes? Tienes una mala orientación - él gruñó, haciendo a (Tn)______ reír - pero cada vez que estás acá en la playa, te colocas en la misma dirección. Podría jurar, que tu cuerpo se coloca en la misma posición, como si... supieras a donde ir.

- Decídete, mujer. ¿Sé orientarme o no sé orientarme?

- Mi abuela decía - ignoró su reclamo - que los instintos son la expresión del anhelo del corazón - concentró su mirada - juraría que de tener un barco, te irías exactamente en la misma dirección en la que siempre te fijas.

- No digas tonterías - acarició su cabellera (tc)_____ - no tengo ningún interés en irme - la sujetó fuertemente - te amo.

- ¡Zoro! ¡Zoro!

- Quieres deshacerte de mí - podía ver la ira en sus ojos - no te quedarás con mi hija.

- No - exhaló fuerte - quiero que te recuperes, quiero que estés bien - se acercó a ella - Quilla te necesita en todos los sentidos y... - "yo te necesito también", quiso expresar - Robin habló con Sabo, estarías con él y sus nakamas. Ellos tratarían de comprender todo lo que te pasa.

- Me quieres lejos - gruñó - te oí hablar con ella.

- ¡No! - pasó una mano por su rostro en señal de impaciencia - Quiero que vuelvas a ser la misma (Tn)_______ que conocí, la mujer que curó mis heridas y me ofreció su casa - corrió a su lado - no quiero que me veas como un enemigo - sujetó sus manos que empezaban a calentarse - sino... ¡Mierda! - un nudo se le formó en la garganta debido a la desesperación de no saber como expresar lo que quería decir.

Una lágrima amarga se escapó por su rostro y se encontró con la mirada de la peli(tc)______. Ella pudo observar la angustia del espadachín en su mirada, la forma en como apretaba sus puños y como sus labios temblaban como si acumulara las palabras en su boca, contempló como la lágrima recorría la mejilla del espadachín y tuvo la percepción de que ella era quién atravesaba una espada en su corazón. 

Ella dio un brinco al advertir que clase de pensamientos tenía y por un momento sintió culpa, con su mano limpió el rastro que había dejado la lágrima y acercó sus labios a los de él, con un suave roce entre ellos, supo que tenía que darle y darse la tranquilidad que ambos deseaban.

- Lo haré.

- ¡Mierda, Marimo!

- No quiero - hizo más fuerte su agarre - ustedes estarán bien acá.

- Siempre te seguiremos - acarició su mejilla - sabes que puedes ir en la misma dirección y encontrarnos, no estaremos tan ajenas de tu protección.

- Porque no dejas al gato allá  y se quedan conmigo - ella rio.

- Inti me ha correspondido todos estos años. Te tuvo que aguantar a ti - él gruñó - es hora de que yo le dé paz a mi amigo, y es hora de que nuestra hija crezca como cualquier otra niña - juntó sus labios - has hecho un gran trabajo, papá. Pero tú también tienes que enfocarte en lo que siempre has anhelado.

- ¡No despierta!

- ¿Por qué Khuyana? 

- Tú me dijiste que eligiera el nombre.