Capítulo 13

21.8K 2.2K 1.2K
                                    

Capítulo dedicado a Fleur Yazmín, gracias por todo preciosa. 

Los Anderson

Violett

Apenas llegamos a la nueva casa me acosté a dormir alrededor de 24 horas seguidas y luego me levanté a comer lo que más podía sin restringirme de nada porque estaba al borde de un colapso.

—¿Dónde está? — le pregunto a Petrova.

—Está en el centro, se alquiló un departamento y está permaneciendo ahí hasta que se te pase el enojo — me contesta.

Yo por mi parte le doy otra mordida a la manzana y miro sobre la mesa como Kaya le da ratas a su serpiente.

—Las cosas se nos complicaron aún más — Antonia teclea en su laptop y habla al mismo tiempo —. Yo creía que ya no podíamos estar más abajo, pero nos hemos superado.

—No tientes al destino.

—Pregunto por enésima vez, ¿Qué carajos hace ese imbécil aquí? — Petrova gruñe cuando escucha hablar a Dalai.

El hombre permanece sentado sobre el mesón de la cocina sin inmutarse con el enojo de la rubia.

—Si te refieres a mí, pues evito que queden desamparadas y ayudo a Violett en esta misión suicida — canturrea.

—Ninguna de nosotras está desamparada — le contesta Petrova.

—Pues eres la que más necesita ayuda a mi parecer — Dalai sabe que la está picando y por eso intenta contener una sonrisa mientras habla.

Petrova murmura algunas cosas en ruso y empieza a ignorarlo.

—Bueno mientras los dos malcogidos pelean, la verdad no entiendo — Antonia se mete — . Se supone que ustedes tiraron, pero yo creo que Petrova te mordió el pene o tú no la hiciste acabar porque ese odio que se tienen no es normal.

Tanto Petrova como Dalai le dedican una mirada de una palabra más y te mato.

—Bueno ya no digo nada — se encoge de hombros—. Violett ya hay una alerta y una recompensa por tu cabeza.

—¿Cuánto? — pregunto.

—900 millones de dólares — me contesta y escucho a Dalai atragantarse.

—Es la recompensa más alta que han puesto por alguien en toda la existencia — el asiático se baja del mesón y se acerca a la computadora de Antonia para cerciorarse de la información.

Simplemente suelto un suspiro y ya sé lo que eso significa.

—Todo el mundo intentará encontrarte, incluso las mafias que son las más pequeñas para ganar el respeto necesario — Petrova confirma lo que estaba pensando.

—¿Algún movimiento de los rusos o los italianos? — cambio el tema a una que me beneficie.

No puedo preocuparme ahora por las decisiones que yo misma tomé, sino que entre los problemas tengo que ver oportunidades.

—Nada aún. Los rusos al parecer están despidiéndose de su hermano y han hecho un tipo de velatorio, hay muchas personas invitadas, pero al parecer Dante no es uno de esos.

Cierro los ojos manteniendo mi respiración pausada.

—Chris nos envió una carta — Petrova es la que habla.

—¿Qué decía?

—Que en pocos días va a aparecer vivo ante su hermano y que va a iniciar su guerra.

ANEURISMA ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora