Capítulo 26

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Sueño part. 1

Killiam

El llanto de un bebé se escucha interrumpiendo mi sueño y me remuevo incómodo sin quererme levantar, pero este se torna más fuerte y con ese, se une otro llanto más escandaloso que el anterior.

—Voy a ver que sucede —la voz cansada de mi esposa se hace presente al poco tiempo y yo abro los ojos para cerciorarme de que todo está bien.

—Yo te acompaño —me levanto al mismo tiempo que ella lo hace.

—No, no es necesario —intenta hacer que me quede, pero tomo sus muñecas y la apego a mi cuerpo para abrazarla.

Hace poco nos convertimos en padres y la verdad es que es más difícil que ser el teniente coronel. En especial porque aún no me acostumbro a hacerlo y me da pánico hacerlo mal.

—No podrás sostenerlos a los dos al mismo tiempo —susurro sin soltarla.

Su cara se restriega contra mi pecho y puedo sentir lo cansada que se siente. Quisiera decirle que siga durmiendo, que yo me hago cargo. Pero la verdad es que no podría hacerme cargo ni de uno solo, peor de tres.

La primera vez que los sostuve en mis brazos casi me da un ataque de pánico porque creía que Kenneth no respiraba, luego cuando sostuve a Kayden tenía miedo de que se me cayera y lo tenía apretado con mucha fuerza contra mi pecho, y ni hablar de Kaled, la primera vez que lo sostuve entre mis brazos me puse a llorar porque no dejaba de sonreírme.

—Si no vamos ahorita, despertarán al otro y ahora serán tres llorando —su voz me saca de mis recuerdo y con un respiro la dejo ir de mi pecho.

—Vamos —le doy un beso en los labios y permito que mi mujer camine descalza por la habitación y encienda la luz para ir por la puerta directa que tenemos al cuarto de los niños.

Con el poco tiempo que tenemos, ya puedo identificar que los que están llorando son Kenneth y Kayden, mientras Kaled está durmiendo plácidamente en su cuna como si no escuchara el escándalo que sus hermanos están haciendo a solo unos metros de distancia de él.

—Aquí está mamá —Violett va directamente hasta Kayden y lo toma en brazos.

La imagen de ella agarrando a nuestro hijo es muy bonita, aunque esté en pijama y tenga ojeras porque ser padres es peor que trabajar como esclavo. Incluso he dejado a Chris a cargo de todo el ejército para quedarme en casa y cumplir mi parte correspondiente, pero aún así es excesivamente agotador.

—Aquí también está papá —me asomo a la cuna de Kenneth y el moreno al escuchar mi voz, deja de llorar.

Quedo mirando a mi hijo y sus pupilas se dilatan mucho cuando comienza a mover los brazos para que lo saque de su cama.

Sus ojos son incluso más celestes que los míos y hacen una perfecta combinación con su pijama. Cuando nota que aún no lo he tomado en brazos, comienza a llorar de nuevo exigiéndome que lo haga.

—Hasta en eso se parece a ti —le digo a Violett que ha empezado a caminar por toda la habitación con Kayden en brazos —. Es igual de mandón.

—Oye —siento su manotón en el hombro y finjo que me dolió.

—Venga aquí —tomo a mi hijo en brazos.

Cuando Kenneth se da cuenta que cumplió su objetivo de que lo levante de la cuna, deja de llorar.

Su cuerpo es tan pequeño que un solo brazo mío lo podría sostener, sin embargo lo sostengo con ambos porque si le llegara a pasar algo, se me iría la vida.

ANEURISMA ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora