" 𝑺𝒖𝒄𝒊𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 "

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Aquél asqueroso hombre manoseaba su frágil cuerpo a su antojo, besaba su cuello y hombros con ferocidad dejando huellas de su lujuria.

Neferet intentaba por todos los medios escapar de su tacto, se retorció en sus fuertes brazos, trató de apartarlo de ella pero todo lo que hacía era imposible.

Unas pisadas se comenzaron a escuchar por el corredor pero ambos estaban tan sumidos en su mundo, uno deleitándose con la belleza de la fémina y la otra con lágrimas visibles asqueada por el tacto de ese hombre que no escucharon quien se acercaba hacia ellos.

- Que significa esto?!!

Un grito de enojo chillón los hizo separarse a ambos, teniendo un momento de ligereza al verse de una vez por todas fuera de las garras de Inarus.

Ante ellos se hallaba una hermosa morena de ojos penetrantes extremadamente molesta, vestía de forma más elegante que las demás concubinas, como si tuviera una posición más elevada que las demás.

Miraba con odio y recelo a Neferet, estaba molesta que tuviera la atención de Inarus y no ella, quería ser ella la que estuviera en sus brazos, tenerlo solo para ella, hacía tiempo que lo amaba a escondidas pero el siempre la ignoraba.

- Y tú eres?

Preguntó un molesto Inarus hacia la fémina por haber interrumpido su momento con la bella Neferet. Se removió en su lugar prestándole toda su atención a la mujer que tenía ante él.

- Soy Nefert la nueva jefa de las concubinas - miró con recelo a Neferet - y no autoricé a esta mujer a complacerte...

Neferet abrazaba su cuerpo nerviosa, no quería que la volviera a tocar, ni él ni nadie, pero estando en su posición eso sería imposible.

La morena se giró hacia ella dedicándole una mirada de enojo antes de dirigirse a ella.

- Retírate - miró a Inarus - yo atenderé al comandante

Concluyó acariciando el brazo de Inarus dedicándole el susodicho una mirada de picardía.

Yo tuvo que repetirlo una vez más cuando su cuerpo se movió por su cuenta saliendo a toda velocidad de ese ambiente incómodo encaminándose hacia el harem. No sabía que iba a hacer para evitar que algún otro hombre se le acercara pero algo se le ocurriría.

Tropezó con algún que otro esclavo que se encontró por el camino hacia el harem, pero su mente no reaccionaba en ese instante, solo quería escapar, alejarse de todos.

Con sus manos limpiaba el rastro de lágrimas que rodaban por su rostro intentando tranquilizar su agitada respiración. En cuanto ingresó al harem todas las miradas se posaron sobre ella, sobre todo miradas de curiosidad al verla en ese estado, murmullos y cuchicheos se empezaron a escuchar por doquier, todos de malos pensamientos sobre su persona.

- Por los dioses que te pasó Neferet?

Con preocupación Akhen se acercó a ella dándole un fuerte abrazo, rompiendo en llanto, ese llanto que había aguantado todo el camino hacia allí.

- Ven siéntate aquí.

La guío hacia unos asientos apartadas de las demás mujeres que solo querían cuchichear y humillarla más de lo que estaba, con delicadeza retiró unos mechones de su cabello que se adherían en su rostro.

- No se que hacer Akhen - lloriqueo - no sé....

Una nerviosa Akhen la escuchaba con atención, viendo en el estado en que se encontraba debía haberle pasado algo muy malo para ponerla de esa manera.

Agarró una copa y la rellenó de agua para ella, tendiéndole la copa aceptándola con gusto. En cuanto el refrescante líquido se deslizó por su garganta pudo tranquilizarse un poco, moderando su respiración y emociones.

Ambitious Women Where stories live. Discover now