Encierro

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Un vacío se apoderó de ella, las lágrimas comenzaron a caer como cascadas por sus mejillas, su respiración se agitaba secando su boca, su cabeza se movía de un lado al otro en negación, había sido traicionada por la única persona que creía amar...que ingenua había sido todo ese tiempo.

Todos los hombres eran iguales, avariciosos sin alma que mandarían a matar a su propia familia por unas míseras monedas de oro.

Limpió sus lágrimas rabiosa, estaba enojada, molesta consigo misma por confiar en un ser que no vale la pena.

Se comenzó a escuchar un ajetreo en las afueras de la choza, sabía que era él, estaba dispuesto a raptarla y llevarla a aquella prisión donde solo era un trapo para esos lujuriosos soldados.

Neferet caminó dos pasos hacia atrás esperando su destino, su rostro estaba serio, aquel brillo de felicidad que reflejaban sus ojos había desaparecido..solamente quedaba la amargura que resguardaba en su interior.

- Mi soberano la puerta está entreabierta - expresó uno de los soldados - si me permite.....

Más no se escuchó nada más, solo un ruido sordo de la puerta siendo abierta con violencia impactando ésta contra la pared de la choza.

Neferet dió un brinco en su lugar más su expresión no cambió, continuó siendo la misma inexpresiva sin un rasgo de emoción.

A los pies de la entrada se hallaba un colérico Apophis dispuesto a acabar con todo Egipto con tal de encontrar a su concubina favorita.

Su pecho subía y bajaba de una manera anormal debido a su fuerte respiración, sus miradas se encontraron, quería expresar tantas cosas, en el fondo un sentimiento de alivio se apoderó de él al verla sana y salva.

- Nos vamos....


Palacio, aposentos reales

Las puertas fueron abiertas por el faraón ingresando con Neferet sujetada por uno de sus brazos, la cansada mirada de Neferet se paseó por todo el lugar llevándose una desagradable sorpresa.

Tres concubinas reposaban en una gran alfombra muy gustosas y entre ellas Sarti, sus miradas se cruzaron, un reflejo de odio y celos reflejó hacia Neferet dedicándole está una sonrisa de medio lado.

- Todas fuera!! - gritó enojado Apophis - no quiero a ninguna cerca....

Las mujeres se asustaron saliendo despavoridas de los aposentos de su faraón, no sin antes darle una fría mirada de celos a Neferet, que las ignoró a todas y cada una de ellas.

Un incómodo silencio se instaló en el ambiente, el soberano caminaba de un lado al otro colérico, no queriendo descargar su furia con Neferet.

- Rompistes las reglas mujer - vociferó - mereces unas de las penas máximas por huir de tu faraón....

- Entonces la esperaré con gusto...

Aquel comentario hizo que Apophis detuviera su andar clavando su filosa mirada en la mujer presente, que deseaba la muerte tanto como Anubis.

- Prefiero morir que tener que pasar una luna más en este nido de víboras - soltó molesta.

La rabia y cólera se apoderó de Apophis al escuchar dichas palabras, tanta era su furia que, aquellos manjares que adornaban la dorada mesa volaron por los aires, haciendo la bandeja un escandaloso ruido al impactar contra el suelo.

El miedo se apoderó de Neferet cuando aquella bestia se aproximó hacia ella, un gritó ahogado escapó de sus resecos labios al sentir su fuerte mano envuelta en su frágil cuello.

Su cuerpo tuvo que caminar hacia atrás impactando su espalda contra la pared por dicha fuerza ejercida por su oponente, si las miradas mataran estaba segura que ahora mismo estaría conociendo a Osiris.

- No juegues conmigo Neferet - rugió molesto - debería mandarte a azotar por tu insolencia!!

- Entonces hazlo! - escupió molesta con lágrimas en los ojos - hazlo ya!

- Porque no puedes ser como las otras - la miró fijo - ámame, venérame....

- Nunca - expresó - nunca lo haré...me tienes aquí..como una esclava..como una más de tus concubinas, un trofeo solo por una profecía de los dioses...

Sus palabras se vieron interrumpidas por unos carnosos labios sobre los suyos, un fogoso y necesitado beso por parte de él...tanto lo necesitaba, el cuerpo de Neferet se retorció bajo el suyo cuando las manos de Apophis abandonaron su cuello y dieron a parar a su cintura.

- Ahora me rechazas!! - vociferó molesto - donde está esa Neferet que decía amarme...donde?!!

Apophis se alejó de ella intentando mantener la calma, retiró su tocado de nemés lanzándolo a algún lugar de los aposentos, la mirada de Neferet siguió cada uno de sus movimientos más no se movió de su lugar.

Apophis dirigió una copa de vino a sus labios a la vez que se sentaba en un cómodo asiento clavando su furiosa mirada en ella.

- Danza - ordenó - danza Neferet...danza para mí...

Las lágrimas rodaron una vez más, no podía ser tratada de otra manera, después de todo..esa era la vida de una simple campesina del Valle y ahora concubina del faraón.

Manteniendo el poco orgullo que le quedaba, alzó su cabeza mostrando seriedad aunque lágrimas rodaran por sus mejillas, no había música en el ambiente más en su mente imaginó una suave melodía, comenzando a mover sus caderas con delicadeza al compás de sus manos, bajo la atenta mirada de un receloso Apophis.

El corazón de Neferet martilló en su pecho al ver a Apophis aproximándose hacia ella, comenzó a rodear su cuerpo cual cazador a su presa, deleitándose con la sensualidad de la mujer.

- Donde quedó esa tímida Neferet - susurró en su oído - aquella callada y tranquila mujer....

Los movimientos de Neferet nunca se detuvieron ni aún así cuando sintió las manos de Apophis en su cintura situándose atrás de ella.

- Nunca nadie me había rechazado Neferet - gruñó molesto - soy amo de todo Egipto...todo me pertenece.

Sus labios se posaron sobre su hombro repartiendo húmedos besos sobre este, la piel de Neferet se erizó ante el contacto, había jurado ser fuerte, vengarse de todos aquellos los que la pisotearon y para ello...

Debía conquistar al faraón

Con él de su lado nadie se atrevería a levantarle la mano, debía hacerlo enloquecer, impregnarse en su piel..hacerse uno.

- Mi soberano - susurró...

- Mmmmh?

El cuerpo de Apophis giró quedando frente a ella, sus ojos se deleitaron una vez más con su belleza, su seño se frunció al detenerse en su cabello..como no se había dado cuenta antes.

- Que le pasó a tu cabello? - preguntó sujetando un mechón irregular de su cabello - quien te hizo esto?

Estaba molesto aunque intentara disimularlo, no quedaba rastro de aquel hermoso cabello azabache que danzaba al compás de Amón, en su lugar una hilera de mechones irregulares caían sobre sus hombros.

Un brillo se instaló en la mirada de ella, un instinto de supervivencia de apoderó de su ser, comenzaba su venganza, hoy dejaría de ser esa mujer débil y asustadiza...

- Quién fue Neferet?

Su mirada se encontró con la de Apophis clavándola como dagas en el alma.

- Fue Desiré.....

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