si tú no las amas. No es NTR.

33. Ryozanpaku

Desde que había descubierto la existencia de la facciones bíblicas compuestas por demonios, ángeles y caídos. Un deseo de fortalecerse con rapidez apareció en el corazón de Zero.

Se había separado de los Gremory dejando palabras de superioridad humana. Esto con el fin de mostrará su orgullo como humano, esto para que Rias Gremory no estuviera fastidiando con su intento de esclavitud o como ella le dice. Invitación a ser parte de su familia.

Además no le gustaba que las facciones que mirarán a los humanos como seres inferiores. Los demonios los usaban para incrementar sus números. Y todavía los miraban con desprecio, pensando en los humanos como una reza patética. Que tan patetico son los demonios que necesitan de una rasa más débil para no extinguirse. Literalmente ellos mismos se están reproduciendo con otras especiales y sé queja de que su sangra se contamina. Que idiotas.

Y los angeles son otros incompetentes. Según ellos las sacred gear son herramientas con las que Dios bendijo a la humanidad para defenderse de los demonios y otros seres sobre naturales. Pero ellos se quedan viendo como los humanos con sacred gear son casados o usados como armas por los demonios, de los cuales deberían protejer. Sentados en su tronos en el cielo estúpidamente manejando el sistema roto de dios. En lugar de hacer algo realmente bueno se quedan en el cielo.

Ya sabiendo las dificultades de este mundo aunque no todas debido a las variantes de otros seres. Decidió fortalecerse lo más rápido posible. Por eso había hablado con Miu para poder entrenar el era Ryozanpaku. A lo cual ella acepto.

Era sábado un día después de toparse con los demonios Gremory. No había querido perder más tiempo y decidió ir al dojo a entrenar lo más rápidamente.

El otro método era usando el sistema y sus puntos. Lamentablemente solo contaba con menos de cuatro mil puntos y estas esos se usaban diariamente para usar en el sellado. Francamente no tenía nada bueno que compara. Los jutsus de alta clase estaban muy lejos debido a sus pequeña reservas de chakra que era del tamaño de un chinin.

Zero salió del tren, estaba en la parada que usaba para ir a la escuela solo que se movía en dirección contraía. Miu le dió las indicaciones de su casa, estaba a unos minutos caminando. Aunque no era buen a con las indicaciones un dojo era bastante sobresaliente. Una hora después encontró el Ryozanpaku.

En verdad que es bastante grande - Zero miro la puerta de madera.

Zero vestía ropa deportiva algo ajustada y llevaba con sigo una mochila que había preparado, está traía muchas cosas que podrían ser útiles. También ya había planeado con que maestros entrenar. Incluso había traído algunas herramientas ninjas.

Por suerte Zero le dijo a Miu la hora en la que estaría llegando y restaba a buena hora. Mientras su mano tocaba la puerta su instinto lo alertó. Mirando a sus alrededores no encontró nada.

Debo de estar nervioso - se dijo para tranquilizar se. Pero no se dió cuanta de que un pequeño ratón bajo del techo de la entrada del dojo.

Al mover la puerta pudo notar lo pesada que era y tubo que usar las dos manos para empujar la puerta, estorbo tentado de usar chakra pero al final solo uso fuerza física. No quería usar chakra para el entrenamiento físico así que dejó dos colones con cada unos el treinta por ciento de su chakra. Uno estaría estudiando los sellos y el otro el control de chacra. Esto lo hizo con la finalidad de no usar chakra por acidente y no es necesario en su entrenamiento físico. 

¡Buenos días! - Llamo Zero esperando que alguien viniera.

No tardó mucho en que una voz dulce lo llamara. Era Miu que se acercó para saludar. Zero trago saliva ante la vista de Miu y su legendario traje morado de una pieza. Parecía un tipo de bañador bastante ajustado que marcaba su voluptuosas figura. Parecía que la tela era de un material parecido platico por lo bien que se amoldaba al cuerpos de Miu. Zero noto que Miu parecía no llevar nada puesto e incluso ciertas partes resaltaban más y me refiero a su pecho y las dos protuberancias frente a ellos. Su tracero firme y redondo que su trabe se abrazaba a su forma redondeada. Su cintura esbelta sube y graciosa y sus pechos grandes y firmes rebotanban hipnótica mete con su movimiento. Si no fuera por su mandil de cosina que colgaba de la cintura estaría seguro de poder ver más.