Una noche con Hanekawa*

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Esta noche no quería pensar en sus estudios o en sus inseguridades y menos en la desastrosa relación con su tutores. Esta noche no quería nada más que estar con la persona que amaba. Sentir sus manos recorriendo su cuerpo, el aliento de su amado en su piel, algo que siempre hacia que su cuerpo se calentara. Esta noche sería para ser uno con la persona que amaba.

Sentir sus labios contra los míos, el sentir la calidez de su su boca contra la suya y el cálido aliento. Su boca se habría para permitir a su amado reclamar su boca y lengua. Había encontrado que le gustaban mucho los besos profundos, algo que habia estado haciendo más a menudo. El sentir su lengua invadió su boca, recalcando la. Este sentimiento embriagador solo era interrumpido por la falta de aire con la que siempre terminaban estos beso.

!Mmmhhpp! - Jadeó por aire mientras trataba de mantener un rastro de compostura. Solo para tratar de reprimir un gemido ahogado cuando sintió los labios de Zero en su cuello. Cada beso se sentía como una inyección de amor que se esparcía por su cuello a cada parte de su cuerpo.

Hanekawa sentía que sus piernas perdieron un poco de fuerza cuando los besos y el aliento de Zero cayeron en su cuello. Había notado que era muy sensible en esa área y aparentemente Zero también.  Tomo más de ella y ella quería más de Zero.

Se mordió los labios en un intento de reprimir sus gemidos. Sintió como el placer se esparcía por su cuerpo desde su cuello. Sus manos sujetaron su espalda, sus uñas arañaron la camisa de su amante, todo mientras sentía sus piernas temblar. Frotó sus muslos en intento de calmar el calor que comenzaba a arder dentro de ella.

Sintió las manos de Zero vagar por sus piernas dónde acaricio sus muslos con énfasis, antes de tomar sus nalgas con fuerza. El sentir sus fuertes manos en su nalga era vergonzoso pero no por eso menos exitante. Además de que ayudo a sostenerse. Ambos ganaban algo.

Zero había metido sus manos debajo de la falda de Hanekawa habia sentido como perdía el equilibrio. Tomando ventaja atrajo ese caliente cuerpo más cerca y apretó ese perfecto culo en sus manos. Hanekawa tenía grandes pechos y un lindo tracero con el cual estaba igualmente fascinado.

Era grande y firme, con una suavidad y delicadeza de la cual no se cansaría de tener en sus manos. Reclamando los labios de Hanekawa siguió intensificando este juego. Besos calientes, probando la dulsusta de sus labios rosados. Su lengua reclamando boca en un delicado juego y sus alientos haciendo cosquillas caras. Y sus manos reclamando más de ese perfecto cuepo. Apretando y soltando, sus dedos se deslizaban por su delicada piel dejando pequeñas marcas ante la fuerza con lo que los tomaba.

Sin palabras y sin ver por dónde iban se moveion del balcón donde había estado besandose. Un movimiento del pie de Hanekawa y la ventana corrediza se movió a su espalda dejando la entra. Sin palabras que pudiera decir y perdidos en sus besos Zero entro con ella en sus brazos y cerrando la puerta detrás de ellos.

Solo tropezaron al llegar a la cama. Zero estaba sobre Hanekawa quien había dejado que su cabello negro se soltará de sus trenzas. Pasado sus delicados dedos por si cabello negro las trenzas se había soltado. Ese hermosa cabello se liberó en una cascada. Una sacudida de cabeza y el cabello negro fluyó por sus espalda y hombros.

Zero se detuvo para contemplar la vista de su novia, su primer amante y amiga. Verla acostada sobre su cama blanca que hacía que su hermosos cabello negro sobresaliera más lo maravillo. Ver ese cabello negro disperso, sus grandes ojos llorosos con una pasion lo hacían estremecer.

Hanekawa se quitó lentamente sus lentes, solo para morder sensualmente un extremo de este. La mirada sensual en sus ojos y sus labios mordiendo sus lentes de forma sensual, lo hacían arder con pasión, y ella lo sabía.

si tú no las amas. No es NTR. Where stories live. Discover now