si tú no las amas. No es NTR.

Todo se está moviendo

Saben cula era una de las mejores cosas que te podían pasar como un adolescente con las hormonas alborotadas.
Cuando la chica con los pechos más grandes, presionaba esas armas mortales contá tu espalda, o tus brazos por acidente. Sentías que ese día valía la pena.

En este momento Zero se encontraba en una especie de máquina de tortura que su maestro hizo con la finalidad de hacer que las extremidades pudieran alcanzar la maxima flexibilidad. Para una persona con entrenamiento adecuando le tomaría meses, pero a él lo estaban somentiendo a esta máquina para alcanzar la maxima flexibilidad en horas. Y aunque debería estar llorando y gritando de dolor por obligara a sus extremidades a tal dolor, tenía una sonrisa en la cara.

Miu su querida amiga lo estaba torturando con esta máquina. Pero para eso ella tenía que apoyar su peso en la espalda, haciendo que sus pechos grandes y gordos presionarán la espalda de Zero. Una sonrisa dolorosa estaba en su cara, aunque era más feliz que dolorosas.

Boim boim! Era el sonido que Zero escuchaba cada ves que Miu presionaba contá su espalda.

Crack! Algo a volvió a crujir. Una lágrima bajo por la mejilla de Zero.

El sentir la maravillosa sensación de esos senos presionados  en sus espalda valían cada segundo de tortura desgarradora que se hacía al forzar sus articulaciones al máximo. Aunque se podía escuchar el crujido internó del su cuerpo debes en cuando. Pero Zero estaba prestando más atención al sentimientos del pecho contra su espalda y al imaginario sonido de rebote de los pechos de Miu en su espada. La onomatopeya de boim boim en su cabeza era embriagador. Debes en cuando oponía resistencia y empujaba su espalda contra Miu. Esto con el fin de sentir como esos maravillosos senos se presionaban con más fuerza.

Zero no te hagas para atrás, es más difícil y tardado si no cooperas - Miu se quejó mientras se secaba del sudor de su frente y dejaba descansar sus senos en los hombros de Zero.

Zero uso toda su voluntad para no sacudir la cabeza entre los senos de Miu - No seas así Miu, es muy doloroso, por eso me resisto, no puedo evitar resistir al dolor - Pero había una sonrisa en su cara.

Bueno no importa, si ese es el caso puedo estar toda la noche presionado te asta que lo logres - Dijo Miu con una risita, como si estuviera siendo malvada con Zero.

Si por favor! dijo lamento la molestia - Dijo zero tratando de no sonreir ante el placer que vendría.

Mientras Zero estaba siendo disque torturado por Miu, los dos hablaban de las cosas de la escuela y de su día. Miu le conto de como había invitado a kenichi al dojo para ser entrenado por sus maestros y como había cido aceptado. Desde mañana sería un discípulo legal. También le había contado de como kenichi parecía haber llamado la atención de un grupo de pandilleros.

Esto confirmaba lo que Zero pensaba. Las cosas se estaban moviendo, kenichi había comenzado su entrenamiento para ser un maestro de las artes marciales. Que que mostraba que muchos eventos estaban por comenzar.

Efectivamente las cosas se estaban moviendo. Primero Oga y el bebé beelzebu la historia estaba comenzando, al menos tenía uno o dos días de que comenzó. Luego está kenichi que también su historia había comenzado antes pero al parecer era más lento que en el anime. No tenía idea de cuántos protagonistas había en este mundo y como se afectarían entre si y como de distintos eran con lo que sabía, por eso mismo temía no tener la suficiente fuerza.

Zero suspiro mientras estaba alado de Miu, ya habían terminado su entrenamiento de hoy. Estaban descansado después de horas de entrenamiento y estaba juntos mirando el anochecer. Zero tomo la cintura de Miu y se quedaron disfrutando uno del otro.

Miu era una buena amiga de Zero, habían mostrado una gran relación, aunque no era romántica como la de Zero y Hanekawa aún había sus momentos donde los dos tenían un ambiente romántico entre los dos sin darse cuanta al menos Miu. Zero podía tocará y abrazar a Miu ella no rechazaba estás muestras de afecto. Había llegado a un punto dónde Miu lo consideraba algo normal entre los dos.