╰☆╮Razón N°27.

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╔═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╗☁️Fuese muy mimado de tu parte

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☁️Fuese muy mimado de tu parte. ☁️
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—No te detengas

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—No te detengas...—Gruñía hasta volver a sentir tus manos acariciar su cabello risado y dorado.

Ahí estaban de nuevo, en la cama de ambos buscando el mejor descanso posible, luego de un día estresante y agitado. Keigo se encontraba encima de ti, su pequeña cabeza arrecostado en tu pecho mientras sus brazos y alas te rodeaban gentilmente. Hacía el intento de no dejar todo el peso de su cuerpo en ti, ya que lo menos que deseaba, era lastimarte sin alguna intención.

Regularmente llega a casa luego de ti, ya que sus horarios de la agencia a veces suelen ser un poco tediosas debido a los cambios que pueden presentarse. Hace unos minutos sólo llegó a casa, a tomar una ducha rápida para luego buscar reposo en ti. Así era como él había llegado, con la petición de recibir la mayor cantidad de mimos posible.

—¿Puedes acariciar mi cabeza?—Pedía con voz chillona.—Por favor—.

Una risa discreta salía de tus labios, al oír perfectamente el tono de voz y la petición que él realizaba. En mayor parte, podías sentir lo afortunada que podías ser al visualizar una faceta diferente a lo que demuestra ante los demás.

—¿Te gusta así?—Preguntabas al pasar tus dedos en su cuero cabelludo.

—Ujum...—Decía entre dientes al cerrar ambos ojos lentamente.

Unas notificaciones de tu celular habían llegado a arruinar el ambiente, provocando que dejaras de brindar caricias a Keigo durante un momento. Hasta que ese momento se había pasado a más de cinco minutos y él ya había mostrado algunas quejas.

—No te detengas...—Gruñía hasta volver a sentir tus manos acariciar su cabello dorado.

Dejabas todo de lado aquello que llevaba distracción, con tal de prestarle mayor atención a tu pareja. A decir verdad, las caricias que brindabas a Keigo, también hacían un efecto en ti, al sentir lo suave que puede llegar a ser su cabello y el olor cálido que desprendía.

—¿Puedes darme unos besos?—Pedía al elevar su rostro hasta quedar frente a ti.

Podías visualizar el tono y la mirada cansada de él, hasta que optaste por hacerlo sin haber pronunciado alguna palabra. Ambos chocaron sus labios dulcemente, sentías lo suave que podía llegar a ser sus finos labios, pero a la vez, lo tentador que es Keigo al hacer movimientos con su lengua discretamente.

—¿Puedes abrazarme?—Preguntaba al retirar sus labios de ti.—Sólo quiero estar contigo ahora—.

Volvió a colocar su cabeza en tu pecho, mientras observabas que una sonrisa desprendía de él al rodear tus brazos en su cuerpo.

—Eres la mejor novia del mundo...—Susurraba al conciliar el sueño finalmente.—Te amo...—.

—

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━❝𝗖𝗜𝗡𝗖𝗨𝗘𝗡𝗧𝗔 𝗥𝗔𝗭𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗔𝗠𝗔𝗥❞ ፧ 𝗞𝗘𝗜𝗚𝗢 𝗧𝗔𝗞𝗔𝗠𝗜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora