━❝𝗖𝗜𝗡𝗖𝗨𝗘𝗡𝗧𝗔 𝗥𝗔𝗭𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗔𝗠𝗔𝗥❞ ፧ 𝗞𝗘𝗜𝗚𝗢 𝗧𝗔𝗞𝗔𝗠𝗜

✐┊Razón N°50.

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☁️Eres lo que le da sentido a su vida.☁️
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—¡Auh!—Expresaba Keigo en forma de queja.—Sé un poco cuidadosa, por favor cariño—.

—Tú mismo lo provocaste—Decías al tomar un trozo de algodón húmedo al retirar la poca sangre de su piel.

Una hora atrás, reposabas en el sillón de la sala de estar a la espera de Keigo. Ansiosa y preocupada, era lo único que llevabas como peso en tus hombros, quien la causa, era el noticiero y la prensa que había advertido de un robo bancario.

Tal circunstancia había salido de las manos de los héroes, provocando que muchos tuviesen lesiones a gravedad por la poca asistencia de ayuda. A Hawks, no le competía el asunto, ya que su zona de patrullaje había acabado y no se encontraba a la cercanías del incidente.

Sin embargo, sabes que él mete sus manos en asuntos no convenientes para hacer su trabajo. De eso se trataba ser héroe y arriesgar su vida por otros.

—No te muevas tanto.—Expresabas aún con el ceño fruncido.

—Linda, sé que te prometí estar en casa temprano, pero era urgente ir a ese lugar—.

—Sólo mírate, Keigo. Apenas saliste con vida—.

—Era un robo, tenían secuestrados a tantos civiles y a cada uno amanezados. No podría salir ileso de ello—.

Por inercia y la frustración, presionabas una de las heridas a Keigo al hacerle la curación. Provocando que saliera un chillido entre sus labios por el dolor.

—No me molesta que hagas tu trabajo...—Susurrabas al guardar el botiquín.—Me preocupa saber que algún día no regreses a casa—.

Un silencio comenzó a inundar la habitación, cada segundo era como un desgarre de dolor entre ambos. Keigo era consciente de la frustración que podías obtener al verlo en tal estado, un estado que llevaba casi a diario. Mientras tanto, estabas consciente de que eso se trataba su vida, de conllevar riesgos inevitables por los demás.

—¿Sabes algo, preciosa?—Cuestionaba rompiendo el silencio.—Muchas veces he querido perder la cabeza desde que tengo memoria, pero eso se acabó desde que tú estás conmigo—.

Llevó ambas manos posándolas en tus mejillas, al elevar tu rostro y clavar la mirada de ambos en tan sólo una conexión.

—La única razón de que no pierda la cabeza, es que ahora vives conmigo, y eso me encanta.—Pronunciaba con seguridad al sentir cristalizados ambos ojos.—Te amo, tanto que siento que soy afortunado. Y tengo que proteger lo que le da sentido a mi vida, y esa eres tú—.

Elevaba en un sólo compás la comisura de sus labios, al sentir su rostro arder por lo mencionado. Visualizando como tu nariz y mejillas se teñían de carmín con ternura inexplicable.

—Por eso peleo hasta dar todo de mí, para ser más fuerte y poder protegerte cuando sea necesario. Este es mi trabajo, ser héroe. Pero en mi corazón, yo seré tu único héroe —.

Llevó sus labios hasta su frente al dejar un corto beso, del cual, los uniría nuevamente en un abrazo fuerte y lleno de sentimientos. De aquellos que nunca quisieras soltar.

—Eres mi único motivo para regresar a casa, y mientras eso sea así, sólo espérame y aquí estaré—.

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Esta historia fue inspirada en un diálogo de Tony Stark hacia Pepper Pot's.

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