━❝𝗖𝗜𝗡𝗖𝗨𝗘𝗡𝗧𝗔 𝗥𝗔𝗭𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗔𝗠𝗔𝗥❞ ፧ 𝗞𝗘𝗜𝗚𝗢 𝗧𝗔𝗞𝗔𝗠𝗜

✐┊Razón N°41.

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☁️Él sería un halcón muy fiel☁️
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Keigo pasaba por los pasillos de aquella lujosa tienda, una de la cual, tenía pensado en salir con las manos llenas. Próximamente sería el aniversario de él junto a su amada, y era consciente que debía de darle lo mejor para hacerla feliz.

Sin embargo, él es consciente que su pareja prefiere las cosas pequeñas y sin algún valor material. Ya que, es de aquellas que con tan sólo ver sonreír a su novio, ya es la más feliz del mundo. ¿Pero que podría hacer? En su interior, tenía la necesidad de comprar un vestido perfecto para un buen uso durante la noche, un uso que sólo ambos presenciarían.

Con sólo ver un vestido corto y elegante, ya imaginaba dentro de su cabeza los posibles escenarios con ella. Del cual, sabía que en todos ellos ese vestido no duraría mucho tiempo en su cuerpo. Tomaba uno tras otro y otro, no era difícil para él escoger entre tantas opciones que tenía enfrente, pero sí que le resultaba difícil ser paciente a la espera de esa anhelada noche.

Al haber tenido todo en mano, pasó a la caja registradora ansioso y a la vez, con esa característica sonrisa en su rostro. Dejó en mesa las compras junto con el dinero estimado.

—¡Buenos días caballero! ¿Esto es todo lo que llevará?—Preguntaba una señorita de corta edad y elegante a la vista.

—Eso es todo.—Respondía sin más.

—Su novia ha de ser afortunada... —Decía la señorita al remojar sus labios con su lengua en forma llamativa.

—¿Por qué lo dices?—.

—Porque un hombre como usted, no se encuentra seguido.—Comentó en tono provocativo.—Desearía que los hombres de mi edad tuviesen un ejemplo que seguir como usted—.

La chica posó uno de sus mechones detrás de la oreja, hasta continuar con el envoltorio de las prendas luego de haber terminado con el conteo.

—Cariño, disculpa. Pero no es mi problema que no tengas todo en bandeja de plata.—Decía Keigo al notar una expresión de sorpresa de parte de la femenina.—¿Estás decepcionada que no esté soltero, preciosa? Porque déjame decirte, que amo y respeto a mi novia, fue difícil encontrarla y no pienso perderla por puro capricho—.

Keigo tomó de vuelta sus cosas sin haber esperado el cambio de la compra.

—Quédate con el cambio, que tengas bonita noche.—Expresó con ironía provocando furia y pena de parte de la mujer.—Espero que encuentres a otro hombre quien pueda llenar esas expectativas altas—.

Keigo se encaminó hasta la salida sin dejar de bufar por lo ocurrido. Sabría de antemano, que la lealtad permanecería de su parte.