Era quinto de secundaria. Tilsa era una alumna promedio, pero en el ultimo semestre había tenido problemas en uno de los cursos.
Aquel dial el profesor, Thomas entregaría unas evaluaciones que valdrían el 70 % de la calificación final. No le había ido nada bien a Tilsa, estaba triste y preocupada. Al finalizar la clase se acerco al profesor que estaba recogiendo sus cosas.
—Profesor...
Thomas gira y levanta la mirada, y se encuentra con la hermosa figura de Tilsa. Sus zapatos negros perfectamente limpios, sus medias oscuras hasta las rodillas, y la falda azul de pliegues. la camisa blanca dibujaba el volumen de sus pechos. y su rostro dulce con un expresión de preocupación lo enternecieron.
—¿Profesor hay algo que pueda hacer para levantar mi nota?
—Tilsa, no se porque tienes tantos problemas en el curso. No se como ayudarte. Estamos apunto de cerrar el promedio.
—Profesor, por favor. yo no soy irresponsable es solo que... últimamente he tenido problemas.
—¿Problemas? mmm no se que pueda hacer por ti.
—Por favor— y da un paso hacia adelante.
—Ven siéntate.
Tilsa se sentó y limpio su rostro, estaba apunto de llorar. Sus mejillas estaban rojas, al igual que sus labios.
—Bien Tilsa. voy a explicarte los puntos que has hecho mal en tu trabajo y quiero que luego me expongas el tema. ¿Esta bien?
—Si, profesor, lo hare.
Thomas, explico lentamente el curso y ella lo observaba y escuchaba atentamente, hasta que sus pensamientos se dispersaron y se perdieron en los gestos de su profesor. su ojos azules detrás de las gafas, sus ademanes, su sonrisa, su voz la envolvía y se dio cuenta que nuevamente se había perdido en el tema. y bajo la mirada
—¿Tilsa? ¿que pasa?
Tilsa se mordía y relamía los labios. Por dentro el fuego se encendía en sus bragas y sus pezones se erectaban. Cada clase de cada día, Tilsa se perdía en fantasías sexuales que hacían mojar sus bragas cada vez que el profesor dictaba sus clases.
—¿Tienes problemas de concentración Tilsa?¿Como te va en otros cursos?
—Profesor yo...
—¿Que?
Tilsa continuaba mordiéndose los labios y se abrazo así misma.
—¿Tienes frio?
—Un poco
Thomas se percato que no tenia abrigo y entonces fue por el suyo para abrigarla. al acercase sintió su aroma a suave vainilla.
—Tilsa, si no prestan atención, no podrás aprobar.
—Profesor, ¿usted da clases particulares?
—A veces si, hago tutorías. pero si no aprendes aquí, dudo que aprendas en una clase particular.
—Al menos quiero hacer el intento.
—Bueno, entonces convérsalo con tus padres y mañana puedo ir a tu casa. que me escriban para enviarles mi tarifa.
—No profesor, prefiero que mis padres no sepan, van a castigarme. Usted no sabe como se ponen ellos. Yo tengo dinero para pagarle, durante las vacaciones estuve vendiendo ropa que ya no usaba y tengo mis ahorros.
—Mmmm eso no es correcto Tilsa, yo necesito la autorización de sus padres.
—Por favor profesor—. Y nuevamente mordió sus labios. Thomas exhalo. —Me da pena cobrarte, son tus ahorros.
