LA ALUMNA Y EL PROFESOR II - ¿Yo también puedo jugar?

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Ha paso un dia desde que el Profesor Thomas se folló a su joven alumna. Es jueves por la mañana y se dirige al baño, hecha crema de afeitar a su rostro, mientras se rasura y no deja de pensar en que hoy le toca dictar clases a su adorada Tilsa, de solo imaginarla sentada con sus piernitas cruzadas sobre el pupitre lo exita. Le toca a ultima hora del día asi que volveria a invitarla a traerla consigo como se lo había prometio, todos los dias que le dictara clases volveria a llevarsela para follarsela como a ella tanto le gustaba.

LLego las 12 del medio dia y trataba de controlar su posible erección, habia momentos que un sentimiento de culpa lo inundaba, pero no duraba demasiado, de solo recordarla retosando en dulces gémidos de placer hacia que olvidara que lo que hacía con ella, no solo era inmoral, sino que además era ilegal. Se dirige al aula de Tilsa y la ve. La muchachita que bien sabia lo que estaba haciendo, llevaba un dulce en la boca que relamia y relamia.

-¡Aluma! Usted sabe que esta prohibido comer en clase- le dijo con voz fuerte.

-Perdome usted profesor, prometo no volverlo hacer-. su tono candencioso lo embrujada, esa sumision que mostraba ante él lo enloquecia.

Al termino de la clase, Tilsa se acerca, el que simula corregir notas para hacer tiempo la espera.

-Hola, ¿como estas pequeña?

-Humeda profesor, no he podido dejar de pensar en usted durante toda la clase.

-Y yo no he podido dejar de mirarte, y ademas me estabas provocando-, Tilsa se rie y presiona sus pechos con sus codos.

-No te las apretes tanto cariño, ese es mi trabajo-. dice mirandole fijamente las tetas.

-¡Toqueme!

-Que mas quisiera, pero aqui no es el lugar.

-Solo un poco profesor-. Thomas frota su labios. -¿vas exitarme tan rapido? espera que lleguemos a casa-. Tilsa se rie y frota su muslos mientras se toca los pechos

-Puedo distinguir tus pezones, deben estar duritos.

-Ya se lo he dicho, yo estoy toda mojada.
Thomas levanta la mirada fijandose que nadie este cerca. frota su nariz y muerde sus labios y con sus pulgares comienza a frotar los pezones de Tilsa, -estan duritos-. Tilsa hecha un pequeño gemido. Él no lo resiste, quiere hecharle mano ahi mismo. Entonces sujeta el pecho de su alumna fuertemente y comienza a darle peñizcos. Tilsa sonrei lascivamente, se miran fijamente, Él hombre tiene el pene durisimo y ambos respiran fuertemente y entonces un voz los sorprende.

-!Profesor! y se azota la puerta. Thomas aun con las manos en los pechos de Tilsa se queda paralizado. Era Estela, una alumna de otro salon, la muchacha no disimula su sorpresa, pero tampoco se va, por lo contrario se acerca con pasos silenciosos.

-¿Que es lo que esta haciendo profesor?

Tilsa, reclama, -Este no es asunto tuyo, es algo entre él y yo.

Estela sin hacer caso de lo que dice Tilsa fija su mirada en el bulto del profesor, y lentamente dirije sus ojos hacia su rostro. Thomas esta algo confundio. pero la perversión se apodera de él. Estela era una alumna extranjera, hacia unos meses se habia inscrito, venia de algun pais de centro américa, su piel era de un tono canela, tenia las piernas bien torneadas, su melana era negra, sedosa y completamente lisa, sus labios eran gruesos y carnosos y tenis unos ojos negros pícaros y profundos. La nena era muy diferente a Tilsa, ella era voluptuosa, con unas amplias caderas y unos pechos redondos y grandes.

El profesor ya con las manos libres, no intenta cubrir su ereccion, por lo contrario gira su cuerpo y se le queda mirando fijamente a Estela. De pronto ella ezbosa una sonrisa amplia en sus labios carnosos. levanta su mano lentamente y la lleva al pecho del profesor y desciende hasta llegar a su abdomen. Rodea ambos y no deja de sonreir. Thomas sobre entiende la situacion y de pronto solo puede imaginarse tener a sus dos alumnas arrodillas ante el chupandole la verga al mismo tiempo.

-¿Yo tambien puedo jugar?- pregunta Estela.

Tilsa ofendidisima voltea -¡¿Que?! No estamo jugando, esto es entre él y yo, tu no tienes nada que ver aquí.

-Calmate Tilsa- y la sujeta de los hombros y baja la voz- ¿No quisieras probar algo nuevo?

-¿Que? no entiendo- Tilda con el rostro desencajado, frunce el seño y observa como la mano de Estela frota la ereccion de su querido profesor y se enoja. -Quita tu mano, ¡fuera de aqui!-. Y empuja a Estela.

-Hey, hey Tilsa, tranquilizate. No vamos hacer un escandolo aqui.

-Pero es que ella...

-Ella quiere lo mismo que tu, ¿no es asi Estela?

-Asi es- contesta Estela con sinuosa voz mientras relame un mechon de su negro cabello.

-¿Porque no intentas probar algo nuevo? Creeme que lo disfrutaras más -. Le dice Thomas a Tilsa.

-Pero es que yo solo lo quiero a usted-. los ojitos marrones almendrados de Tilsa comienzan a humedecerse y a ponerse rojos igual que sus mejillas. Queria llorar.

-Entonces ve y hazlo con él-. Exclamó Estela.- A mi no me importa, yo tengo curso mañana con él justo antes de la salida. Asi lo podre disfrutar yo solita, no es cierto ¿profesor? Thomas en medio no queria desilusionar a ninguna, más bien no queria perder la oportunidad de follarse a ninguna de las dos. Así que no dice nada solo mira a Estela y sonríe.

-¿Que?-dice tilsa.¡No! no te lo vas llevar. El es mio-. Frunció su labios. Pero esta bien. puedes venir con nosotros. Ella no permitiría que alguien más disfrute de su amado profesor, si lo iba hacer con otra, ella tendría que estar allí, preferia compartirlo que a perderlo.

Thomas se habia dado cuenta que sus alumnas eran muy distintas. Tilsa era completamente sumisa, la tenia a sus pies. ella haria y se dejaria hacer lo el quisiera, pero Estela era mucho mas sucia y perversa. Tilsa quería que el la follara pero Estela queria follarselo a el. no podia dejar de imaginar de tener a una muchachita que lo obedeciera en todo y este a su disposición y a otra que tenia toda la pinta de darle vuelta y media a él.
-Entonces tenemos un trato, hay que salir de aquí, pero no podemos hacerlo juntos. Yo me adelantare, Tilsa te encomiendo que lleves a estela A mi casa.

De camino Thomas se lleva ambas manos al rostro, intenta despertar de lo que esta viviendo, no podia creer que no solo se había follado a una alumna sino que ahora lo haría con dos a la vez, < El sueño de todo hombre> pensó. -Soy un sucio pervertido-. El tipo no era un fulano desgraciado o mujeriego, más bien era un tipo buena gente, buen vecino, buen amigo, hermano e hijo. No tenia vicios ni malas mañas. Había tenido un par de relaciones serias en su vida y unos cuantos amores fugaces. Entre el sentimiento de culpa que lo abordada por lo que había vivido y el recuerdo del mismo no dejaba de saborear imaginariamente el sexo de Tilsa, aquella cavidad húmeda y rosada, tan fresca, tan dulce. Tenia sus suaves gemidos en la mente. Ella lo había provocado, ella se había tumbado sobre su mesa, ella le había pedido que se la cogiera, que la penetre. Pero él era el adulto. <¿Como decir que no>. Y ahora no podía de dejar de pensar en Estela, esa muchachita ardiente lo tenia impaciente. Estaba mal lo que hacía, lo sabia. Pero al mismo tiempo era demasiado débil para resistirlo, <Solo soy un hombre>.

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