—¿Rúben?
—Hola Tita, no quería interrumpirte, pero te estaba trayendo esto de merienda—. Dice el con tanta naturalidad mientras no despega los ojos de la bandeja fingiendo cuidar que nada caiga de ella. El parecía no haberse enterado de nada, como si jamás se hubiese percatado que su cuñada estaba en ropa interior.
Ella se cubre rápidamente los pechos.
—Gracias, pero... este.. puedes dejarlos ahí en la mesita.
El da unos cuantos pasos mas y deja la bandeja, se percata que en la cama ahí muchísimos trajes de baño y ropa interior. Levanta la mirada y descubre a Tita intentado cubrirse con las manos.
—¿Que hacías? ¿Porque te escondes? Y coloca sus manos en el bolsillo con una actitud muy resuelta.
—Estoy en ropa interior...
—¿Yaaaa y...? Esto es una playa. Bueno quiero decir que aquí todos andan en ropa de baño, es lo mismo que la ropa interior.
Tita sonríe —bueno si tienes razón, pero no solo es por eso.
—¿Entonces?
—Es que... Bueno, no sé..., quizás ni siquiera te das cuenta y yo ya estoy sufriendo.
—¿Porque? ¿Que ocurre?
Tita quita una mano del sujetador mientras con la otra intenta cubrirse los pezones que se traslucen por la tela.
—Hmmm, ¿Tita eso es tuyo? Dice señalando el sujetador y rascándose la barbilla.
—Ay... por favor Rúben no le vayas a decir a Jossie, se lo cogí porque están monísimos y aquí no hay modelos similares. Por favor no se lo digas.
—Si ya lo recuerdo, eso se lo compre cuando estuvimos en New York, pero déjame ver como te queda. Prometo no decir nada.
—¿Que?! Como crees, tu eres mi cuñado.
—¿Y? ¿No te pondrás todos estos trajes de baño frente a mucha gente? ¿Que diferencia hay?
—Mmm, bueno si, pero este como tu sabes, es algo traslúcido.
Rubén se ríe, —pero ¿y eso que tiene que ver? ¿Sabes que aquí hay una playa nudista? En mas de una ocasión he ido ahí con Jossie, no se va a ofender.
—¿Seguro?
—Si, completamente, además me parece que no es tu talla. Déjame ver.
Tita deja ver el sujetador y Rúben se acerca, la mira con descaro y efectivamente la tela blanca translucida deja ver la coloración rosada de los pezones de Tita. Ella se ve tan provocativa. Sus tetas apenas caben en esos encajes.
—No funciona bien, perdona pero no te quedan bien.
—¿No?— Dice Tita con tono de desilusión, Es que a Jossie todo le queda bien.
—Vamos a ver, es que creo que tus pechos son más grandes. Mira como se te pronuncia aquí y pone su manos en el sujetador intentando acomodarlo.
—Mmm, no, definitivamente este es muy pequeño para ti.
—Pues que lastima.
—¿Pero no tienes otros?
—Si, pero no tan bonito como este.
—No te preocupes, en unos meses viajo a New York y puedo trerte unos nuevos solo para ti. Es más te los puedo traer en varios colores.
—¿En serio? Que lindo Rubén, gracias.
