Un encuentro inesperado en la ciudad de Woking, hará que dos jóvenes descubran el sentimiento de amar.
El piloto de fórmula 1, Lando Norris, se sentirá atraído por una tenista desde el primer cruce...
Lo que comienza como una inesperada amistad, se...
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5de Enero de 2019 Woking, Inglaterra
Sábado 7 a.m. y yo me encuentro corriendo por el vecindario. Aunque es fin de semana y no hay entrenamiento, necesito salir a correr para poder tener más condición en los partidos.
Estaba por cambiar la música que sonaba por mis auriculares, cuando de repente choco con algo o más bien alguien, lo que ocasiona que casi caiga pero esa persona logró sujetarme a tiempo y que mi cara no se estampara contra el suelo, por lo que logro ver unos pants de flores.
—Oh por Dios, lo siento tanto, iba distraído y no me di cuenta por dónde miraba— escucho que dicen.
Esa voz me suena familiar, alzo la cabeza y me encuentro con esos ojos verde azulado que vi en el supermercado hace unos días.
—Descuida, yo también iba distraída, pero me has agarrado a tiempo y por suerte no me he golpeado. Por cierto—señalo sus pants—lindos pants- volteo a verlo conteniendo una risa.
—Hey, mis pants son lindos— voltea a verme y su cara parece sorprendida— Pero si eres tú, Tenista— me dice en un tono alegre y su linda sonrisa— ¿Vives cerca de aquí? Nunca te había visto correr por este lugar.
—Si, vivo cerca. Mi departamento queda a tres cuadras.
—Que coincidencia, el mío también, pero nunca te había visto por aquí— su mirada alegre y su actitud positiva hace que me contagie.
—¿Asi que sales a correr todos los días?—le pregunto
—Lo hago, es parte de mi entrenamiento, la temporada de fórmula 1 está por empezar, es mi primera temporada y bueno, si quiero dar buenos resultados, tengo que practicar-—dice alegre. —Pero la verdad odio correr y más solo— voltea a verme y me pregunta— ¿Qué te parece si me acompañas a correr por hoy? Me sirve de compañía y a ti también, además así vemos quién de los dos tiene más resistencia física—me dice en broma.
—¿Acaso quieres perder contra mí? Te daré el gusto— le digo en un tono burlesco ocasionando que el suelte una risa.
—Será todo un honor, Tenista.
Sonrío y empezamos a correr. A pesar de ser un piloto y manejar autos, tiene buena condición, pero después de 30 minutos no logra seguirme el paso, por lo que freno cuando veo que se ha quedado atrás.
—Espera Lia, me muero— dice mientras se tira en el césped y trataba de recuperar el aliento.
Camino hacia él y me siento a su lado mientras lo miro.
—Bueno, ahora puedes decir que has perdido contra la mejor tenista— le digo mientras lo miro y me río.
—Será todo un honor decir en el paddock que he perdido contra la mejor— responde mientras suelta una risa.
