Velocidad a Sets •Lando Norris

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17 de octubre de 2019
California.

La pelota golpea contra la red, haciendo que caiga a unos metros de mí.

Suspiro cansada y me acerco a mi rival para felicitarla por haber ganado el partido.

Tomo mis pertenencias para despedirme de la afición, y sin mirar a la parte donde se encuentran los chicos, salgo con la cabeza agachada para dirigirme a los vestidores.

Me siento en una de las pequeñas bancas y apoyo mis brazos a los lados de mi cuerpo, suspirando.

He perdido, pero no me siento tan mal como pensé que me sentiría, es extraño, al contrario, estoy cansada después de casi dos horas de partido.

Igual no he podido concentrarme tan bién en el partido. No después de ver cómo la gente está llamándome mentirosa y mala hija por llevar a cabo la demanda sobre Antonio, de la cuál mis padres se están encargando más responsablemente.

Sacudo la cabeza para alejar mis pensamientos y decido tomar una ducha rápida y cambiarme.

Cuando salgo del baño, ya arreglada, pego un brinco al ver Kai entrar a la habitación.

-¿Qué carajos?- susurro extrañada al verlo.

-Lia, pensé que este era el vestidor de Alison- dice incómodo ante mi mirada amenazante.

-La habitación de tu novia está del otro lado, por favor, sal de aquí- señalo la puerta.

-Espera- me detiene- ¿cómo te sientes? Acabas de perder el partido, lo siento, de ver...

-Es solo un partido, no el fin del mundo- lo interrumpo - estoy bien, así que puedes irte ya.

Kai ladea la cabeza confundido por mi comportamiento.

«idiota»

-¿Por qué ese cambio de actitud conmigo? ¿No se supone estábamos bien? ¿No ya éramos amigos?

Río incrédula por sus preguntas, y su ceño se frunce.

-Kai, deja de hacerte el santo conmigo- respondo- sé lo que le hiciste a Lando, así que deja de comportarte como si fueras una blanca paloma.

-¿Lo que le hice a Lando? No se de qué estás hablando- se excusa, cruzándose de brazos y tratando de poner cara inocente.

Joder, es que quiero soltarle un golpe y hacer que desaparezca de mi vida y del mundo, pero eso implica dejar a su equipo sin futbolista y yo no estoy para meterme en delitos.

-Lo engañaste igual que a mí. Nos hiciste creer que habías cambiado pero pero todo era una mentira- me acerco, haciendo que Kai retroceda y choque su espalda con la pared.

-Ni siquiera he visto a Lando, ¿Que se supone que le hice?- pregunta, con una sonrisita de lado.

-Drogarlo y armar un plan con Alison para aparentar que me había engañado en aquel club- revelo.

La manzana de Kai sube y baja, tragando con dificultad y me percató que ha comenzado a ponerse nervioso.

Eso solo confirma la teoría y Lando tiene razón.

-No se de dónde sacas esas cosas, son palabras mayores- se excusa, riendo incrédulo.

-¿No pudiste pensar tantito lo que le pudo haber pasado? ¿Acaso eres tan idiota?- golpeo su pecho, enojada.

-No le pasó nada, no era una droga tan fuerte- defiende- lo que pasa es que es un debilucho.

-Eres terrible, de verdad- niego molesta.