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17 de junio de 2019
Woking, Inglaterra

-Se que lo que ocurrió en París no fue culpa tuya, Lia, pero sin duda tenemos que mejorar, haremos cambios en el entrenamiento- la voz de mi entrenador me saca de mis pensamientos y me giro a verlo.

-Si no ha sido mi culpa, ¿por qué haríamos cambios?- pregunto confusa y escucho como Harry suspira.

-Lia, cometiste varios errores en ese partido, muchas faltas, si el método de entrenamiento que usamos antes de ir a París no funcionó, lo ideal es cambiarlo.

Frunzo el ceño al mirarlo, pero sé que tiene razón.

-Necesito mejorar más, Harry, no quiero volver a perder, los medios prácticamente me han hecho añicos después de esa derrota- bufo enojada mirando al suelo.

Y es que es verdad. Los medios sacaron mil notas hablando sobre la decepción que fuí al perder y sobretodo, por hacerle frente al juez de línea.

-Lo sé, también se que es sofocante, acabas de salir de un torneo y tienes que pensar en el próximo que es en un mes, pero así es esto, Lia, eres profesional- asiento a lo que dice y el me mira apretando los labios.

Me acerco a la banca para buscar mi botella de agua y beber un poco, pero Harry me toma del brazo y me gira para verle.

-¿Qué te ha ocurrido en la mejilla?

Su pregunta me toma de sorpresa, ya que lo ha dicho en un tono bastante serio y enojado.

-Nada, me golpeé con la puerta de mi habitación- miento desviando mi mirada.

-Eso no es cierto, Lia Martínez.

-Lo es, solo fue un accidente, ya sabes que suelo ser un poco torpe- trato de aligerar el ambiente soltando una risa pero el niega.

-¿Fue tú padre, no es así?

Por mi cara puedo suponer que el ya supo la respuesta a su pregunta, por lo que no me queda más que asentir.

-¿Cuándo?- pregunta y suspiro mientras lo miro a los ojos.

-El viernes por la tarde, llegó a mi departamento para reclamarme por la derrota en París, dijo que no podía ser una vergüenza para la familia y que mi padrastro solo me apoyaba por el dinero- encojo mis hombros y me siento en la banca bajo la mirada espectante de mi entrenador.

-¿Y qué le dijiste para que te golpeara?

-Le dije que no tenía derecho de reclamarme de algo que no me ha inculcado, le dije que no era ni será un buen padre, se enojo y me golpeó.

-Joder, Lia, no es la primera vez que esto pasa, el año pasado fue peor que incluso me quería golpear a mí, ¿Por qué no pones una orden de alejamiento o simplemente lo demandas?

-Es mi padre, Harry- susurro mientras bajo la mirada a mis manos.

-Un padre no debería golpearte, Lia.

Me quedo pensando en lo que Harry dice, pero tengo tantas cosas en mi cabeza que siento que no doy para pensar más.

-No volverá a pasar, Harry, tranquilo. Por suerte Lando estaba conmigo ese día y me defendió- digo tratándo de tranquilizarlo y el me mira confundido.

-¿Lando? ¿Quién rayos es él? ¿Acaso tienes novio y no me has dicho nada?- me mira indignado y niego rápidamente con mis manos.

-No, Harry. Lando es mi amigo, sí- contesto nerviosa y este me mira entrecerrando sus ojos.

Pero lo cierto es que no sé que es lo que somos después de habernos besado. Esta vez no es como la primera vez que ocurrió y nos ignoramos por semanas. Ahora seguimos hablando normal pero no hemos tocado el tema.

Velocidad a Sets  •Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora