Velocidad a Sets •Lando Norris

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Unos golpes en la puerta me despiertan y hacen que el chico que descansa a mi lado se remueva debido al ruido.

Suelto un quejido y mejor espero a que se harten de tocar y se vayan, pero siguen insistiendo.

-¡Lia, tienes rueda de prensa en veinte minutos, vamos a llegar tarde!

La voz de Harry se escucha del otro lado de la puerta y pego un brinco al escucharlo.

Paniqueda, me levanto y comienzo a mover a Lando que parece que está en estado de coma.

-¡Lando, despierta ya!- susurro asustada y dándole un golpe en el brazo cuando parece no querer reaccionar.

-¿Por qué te levantas? Ven a la cama- me llama cuando ve que comienzo a ponerme mi ropa que está en el suelo junto a la de él.

-¡Vístete rápido!- le apresuro al ponerme mi sudadera.

-¿Por qué?- pregunta extrañado.

-¡Lia, sal ya!

Lando abre los ojos en grande al escuchar la voz de Harry y se para de un tirón de la cama para comenzar a vestirse.

-¡Ya voy!- aviso asustada de que se le ocurra abrir la puerta y entrar.

-¿Por qué no me levantaste antes?- me reclama el piloto abrochando su pantalón.

-¡Te he estado llamando desde y no despertabas! - le reprocho también.

Amarro los cordones de mis tenis y voy al baño a tratar de arreglar el desastre que hay en mi cabello y lavar mis dientes y cara.

-¡Tira eso!- le señalo a Lando el paquetito plateado que está sobre el buró de la cama.

Lando lo mira y reprime una risa al verme apurada y nerviosa.

Lo toma y camina al baño para tirarlo en el bote que hay a un lado de nosotros y deja escapar una risita.

-¿De qué te ríes? Harry está del otro lado y me va a matar en cuanto nos vea- recrimino soltando un golpe en su pecho.

-Nos va a matar- corrige- eso te pasa por seducirme, mujer.

Abro mi boca indignada y propino otro golpe.

-¡Deja de golpearme!

-¡Yo no te seducí, tu me besaste!

-Bueno, en todo caso tú me seguiste- se defiende, levantando inocente las manos.

Ruedo los ojos y salgo del baño seguido de él para tomar mis cosas.

-Ya, no te enfades- me toma de la cintura para girarme a él - hemos tenido el mejor sexo de reconciliación.

Lo dice con tanto entusiasmo que me dan ganas de soltarle otro golpe porque no se da cuenta que tenemos a un hombre histérico del otro lado de la puerta y que es ajeno a lo que sucede y sucedió en esta habitación.

-No tuvimos sexo.

Lando enarca las cejas.

-¿Entonces que tuvimos?

-Nosotros hacemos el amor, no tenemos sexo, cochino- otra vez mi mano golpea su pecho y Lando intenta contener una risa que al final se le escapa.

-¡Ya!

-Por eso eres mi chica- me da un pico para tomar sus cosas también y salir juntos de la habitación.

Harry espera con los brazos cruzados y cuando nos mira, alza una ceja al percatarse que Lando está conmigo.

Callum también está aquí, viendo todo con una sonrisa perversa.

-Ni siquiera voy a preguntar nada- Harry cierra los ojos esperanzado de desaparecer del mundo y yo también quiero acompañarlo por la vergüenza que siento.