Velocidad a Sets •Lando Norris

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18 de diciembre de 2019
Woking, Inglaterra

-¡Lia! Llegaste temprano al entrenamiento.

Harry se acerca sonriente a pasos rápidos cuando me ve llegar a la cancha, pero su cara se descompone en cuanto se percata de mi estado.

Me había visto frente al espejo antes de salir de casa y mi estado no era el mejor del mundo. Tenía unas inmensas ojeras ya que no había podido dormir en toda la noche y mis ojos estaban rojos e irritados de tanto llorar.

Mi tristeza aumenta con cada minuto que pasa.

Tenía la esperanza que Lando llegara anoche y me dijera que todo lo que dijo era un broma, una de muy mal gusto. Pero no fue así.

Todo lo que pasó anoche, fue real. Tan real que duele.

-¿Qué pasó?- pregunta preocupado, posando las manos en mis hombros- ¿Estás bien?

Mi pecho comienza a doler y me es imposible tratar de formular alguna oración cuando siento el nudo formarse en mi garganta. Me abrazo a mi misma tratando de encontrar algo de consuelo y poder quitar la tristeza que cargo.

Nada puede aliviar el dolor y decepción que siento en estos momentos, ni llorar, ni gritar, nada. Desearía que todo fuera un sueño y despertar.

-Él... Me dejó- consigo decir, sintiendo como mi garganta quema.

Harry frunce el ceño confundido.

-¿Qué? ¿Lando? ¿Él hizo qué?

Para cuando intento retener las lágrimas, es demasiado tarde. Las siento deslizarse por mis mejillas rojas y me permito llorar deliberadamente cuando Harry me rodea con sus brazos para abrazarme y apoyarme.

Creí que ya no tendría más lágrimas que derramar, pero aquí estoy de nuevo, llorando por él.

El dolor es demasiado, la decepción y la desilusión son inmensas. La persona que más quería, que le había confiado todo y que era mi lugar seguro, me ha dejado.

La mano de Harry acaricia mi cabello en consuelo y mis lágrimas mojan su camiseta blanca.

-Me dijo que ha dejado de a-amarme- sollozo.

Harry abre los labios impresionado, él tampoco puede creerlo, al igual que yo.

-Eso no puede ser- murmura.

-Lo hizo- digo al separarme- me dijo que lo había dicho sin pensar, que no estaba seguro de sentir lo mismo que yo.

-Lia...

-Él dijo eso, pero cuando lo hizo, sentí que no estaba siendo complemente sincero.

-¿Cómo puedes asegurar eso?- ladea su cabeza.

-Porque sus ojos decían lo contrario. Yo sé que no es verdad.

Harry me mira sin decir más. Solo asintiendo a lo que digo.

Inhalo un poco de aire para poder controlarme.

-No entiendo por qué Lando hizo eso, es raro, es difícil de creer- Harry echa la cabeza para atrás, suspirando y negando.

-No debí decirle que Antonio lo descubrió cuando Lando fue a hablar con su padre - murmuro- todo es mi culpa.

Harry aprieta los labios, mirándome. Sabe que tengo razón.

-Tenía derecho a saberlo- añade- igualmente iba a enterarse en algún momento y que mejor que tú fueras sincera y le dijeras.

-Pero ahora por mí, él piensa que es su culpa- contesto.