Velocidad a Sets •Lando Norris

Capítulo extra I

2025; Woking, Inglaterra.
Lando

Siento un cúmulo de nervios atravesar todo mi cuerpo. Sentado sobre el borde de la cama, muevo impaciente mi pierna esperando a que mi esposa se aparezca en nuestra recámara.

Lia lleva diez minutos encerrada en el baño haciendo una prueba de embarazo.

La quinta en el año.

Han pasado cerca de tres años desde que estamos casados. Verdaderamente, soy muy feliz a su lado y no me arrepiento en ningún momento en haber tomado la decisión de casarme con Lia. Es el amor de mi vida, la mujer por la cual daría todo por verla feliz y no podría verme sin ella.

Es mi motor y la chica que me impulsa a seguir adelante cada día. Y esperaba del mismo modo ser el suyo también, aunque lo sé, por la forma en que sigue mirándome con esos grandes ojos cafés que siempre me recuerdan lo mucho que me hace amarla.

La puerta del baño se abre y levanto mi vista para toparme con la suya y un sentimiento de decepción me llega cuando sus ojos brillosos se topan con los míos y niega lentamente acercándose a mí.

-Es negativo - me dice, enseñándome la prueba donde una rayita logra verse.

Extiendo mi mano para acercarla y se sienta sobre mi regazo como una niña pequeña, y la rodeo hasta aprearla conmigo y transmitirle todo mi apoyo y hacerle saber que no está sola.

Beso su sien cuando entierra la cara en mi pecho y siento como sus lágrimas mojan mi camisa y eso solo hace que el corazón se me oprima.

Lia y yo llevábamos un año intentando tener un bebé, al principio creíamos que sería fácil, pero luego de cinco meses de no ver resultados consultamos con un doctor, él cual detectó que el problema provenía de Lia y que con tratamientos podríamos lograrlo, aunque ahora parecía más difícil.

Claro que primero lo hablábamos, y solo si ella quería hacerlo, lo intentaríamos, y Lia tomó la decisión de hacerlo, aunque cada vez que veíamos un resultado negativo, sus esperanzas se apagaban al igual que las mías, pero trataba de ser fuerte por ella.

-Cariño, no pasa nada- hablo cuando siento que se ha calmado un poco - podemos seguir intentando, el doctor lo dijo, al principio no será fácil, solo tenemos que ser un poco más fuertes.

Mi esposa levanta la mirada y me mira con un ligero puchero que solo hacen que le robe un beso.

-¿Está mal que quiera parar con el tratamiento?- pregunta tímida- es solo que es bastante fuerte y decepcionante para mí no ver resultados.

Sonrío levemente y niego mientras acomodo su cabello.

-No lo está, amor. Si es tu decisión, está bien. Lo consultamos al principio, además lo único que quiero es que estés bien, sé que el tratamiento puede ser difícil y más por los cambios que puede traerte, no tienes que preocuparte por mí, yo aceptaré lo que tú decidas.

Los ojos de Lia comienzan a empañarse de nuevo y me abraza con más fuerza.

-No sé que hice para merecerte- murmura entre llantos.

Sonrío y beso su mejilla dulcemente.

-Al contrario, yo debería decir eso por tener una esposa tan fuerte, bonita y amorosa.

Lia me mira con una leve sonrisa y limpio las lágrimas de sus mejillas.

-Escucha, podemos darnos un descanso de esto, quizá aún no es el momento y solo el destino nos preparará para el momento indicado- comienzo a decir y me mira atenta- aún somos jóvenes, estamos por cumplir los 26 y se que ambos deseamos esto, pero quizá debamos descansar, sobretodo tú después de todo el tratamiento.