Capítulo 4

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Capítulo 4

Decidí levantarme temprano, el sol mostraba sus hermosos rayos por entre las nubes, y sin embargo no era un día caluroso. Esa mañana era simplemente envidiable para cualquiera. Me hice una cola alta en el cabello, me puse unos pantalones y una blusa holgada. Estaba animada, por alguna razón que hasta yo misma desconocía. Tome mi bicicleta y quise salir a dar una vuelta. Anduve por varios minutos admirando el paisaje que me rodeaba, al ser un día tan alegre todo el mundo estaba fuera de sus casas con una sonrisa en el rostro, los niños jugaban fuera, y yo contenta seguía en mi bicicleta.

Me decidí por un café, que encontré en el camino. Entre y una pequeña campana sonó en la puerta, lo cual anunciaba la entrada de un cliente. Vi a la chica al otro lado de la barra a la cual le sonreí y esta me devolvió la sonrisa.

-¿Que deseas tomar?- me pregunto. Era joven, unos veinte años por mucho, tenía el cabello largo de color negro lo cual hacia resaltar sus bonitos ojos color avellana.

-Un capuchino por favor- le respondí. Ella se movió con agilidad por el lugar tomando uno que otro objeto para agregar a mi pedido, en cuanto terminó, me lo entregó con una sonrisa pegada al rostro. Al tener el capuchino en mis manos, me deleite con su rico aroma, y me dispuse a tomarlo. Cuando llevaba varios sorbos sonó de nuevo la campanilla de la puerta, e instintivamente me dispuse a mirar. 

<<es max>> dije dentro de mí.

Miro todo el café con detenimiento hasta que dio conmigo , y se acercó rápidamente.

-Hola- Saludó sonriendo. Su sonrisa era algo tensa y me recordó los días en que estoy estresada y muestro mi mejor sonrisa para que no se den cuenta. Las comisuras de sus labios estaban muy elevadas y por un segundo pensé que se le tensarían las mejillas

-Hola- respondí normalmente.

-¿Por qué entraste aquí?- preguntó.

-¿Por qué? ¿Acaso me estas siguiendo?- dije y sonreí un poco ante la idea. Era una broma por supuesto pero el movimiento en sus ojos me dijo que mi comentario lo hizo incomodar

-No, no pienses eso linda, solo fue casualidad, una linda casualidad.-Sus ojos tomaron un aire de superioridad que me hizo rodar los ojos- Además vengo aquí todos los días.

-Bien Max- me enderece en mi silla mientras tomaba el capuchino en mis manos- en primera, no me llames linda, no creo que tengamos la suficiente confianza para eso. Y en segunda, no te ofendas pero a veces tus comentarios dan miedo.

-Pero Emi...- no termino de hablar cuando empezó a sonar mi teléfono.

-Un momento disculpa- le hice una señal con mi dedo índice y conteste- ¿hola?

-Hola lía- respondió Sebastian al otro lado de la línea- ¿qué haces?

-Tomando un capuchino en un café que jamás había visto- me reí un momento. Era cierto jamás lo había visto solo pase por allí y entre.La llamada de mi mejor amigo me había tomado por sorpresa pero en definitiva lo agradecía para no dar mas explicaciones a Max- ¿y tú?

-Aburrido en mi casa ¿nos podemos ver?- dijo algo cansado.

-Si dale aquí te espero- respondí.

-Ok, haz algún amigo mientras llego para que no te quedes sola, ya llego- se rió 

-Oh, no hace falta, estoy con Max.

-Emilia- Sebastian cambio su tono de voz instantáneamente, a uno serio y un poco alterado- que te parece si mejor nos encontramos ¿en el parque de siempre?

puntos suspensivos  #Wattys2016Where stories live. Discover now