Capítulo 36

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Capítulo 36

— ¿Qué pasa? — fue la primera pregunta que hice cuando llegue corriendo por el pasillo del hospital, la tía de mi mejor amigo me recibió con un abrazo y los ojos llenos de lágrimas, con aquella reacción yo solo podía imaginarme lo peor.

—A las 5 de la tarde el salió, dijo que iba para tu casa—sorbió s nariz y continuó—dieron las 8 de la noche y no había regresado, estaba preocupada por él, no contestaba su teléfono, pero supuse que estaría contigo—yo negué con la cabeza, las lágrimas empezaban a inundar mi rostro— nunca llegó, llamé a la policía para que lo buscaran

— ¿Por qué no me llamaste?

—No sé, creó que fue la angustia, no podía pensar, solo entré en pánico y llame a la policía. Un hombre de un restaurante llamo a eso de las 12 diciendo que había un chico tirado al lado de los botes de basura, era el Emilia—Su voz se cortó—Tiene una herida de puñal en el costado, está muy grave

Mi pecho subía y bajaba con rapidez, esta sensación la había conocido en los numerosos sueños espantosos que me atormentaban desde meses atrás

— ¿puedo entrar a verlo?

Ella negó con la cabeza

—esta inconsciente, y dentro de quince minutos lo entraran a cirugía

Estaba aterrada, no tenía idea de qué hacer ni cómo ayudarlo, solo podía quedarme ahí, esperando, anhelando que todo saliera bien.

¿Cómo habría pasado todo aquello? ¿Por qué le harían daño? En mi cabeza sonó un Clic y se me vino una espantosa idea a la cabeza. Max

La miré de nuevo

— ¿Qué dijo la policía?

—que probablemente quisieron robarlo y él se negó a entregar sus pertenencias, puesto que todavía llevaba consigo su teléfono y billetera

Negué con mi cabeza repetidas veces, eso no pudo haber sido así, había sido Max estaba segura

Me acerqué a mi guardaespaldas más conocido y le conté todo

—Tienes que ayudarme, ahora no estoy tranquila, ese demente le hará daño no solo a mi si no a mi familia y amigos, la policía tiene una teoría sobre lo que le acaba de pasar a mi mejor amigo pero estoy segura de que no fue así

— ¿está segura señorita?

—Completamente, tienen que encontrarlo.

***

Las horas pasaron y yo no había podido pegar el ojo el resto de madrugada, me encontraba acostada en uno de los sillones más cómodos de la sala de espera, algunas personas me miraban raro por mi atuendo, ya que en cuanto escuche la noticia solo me puse un suéter y salí en pijama y pantuflas. Sebastian aún estaba en cirugía y ningún médico había salido a darnos informes sobre s estado. Alrededor de las seis de la mañana Elliot, Cleo y Grace hicieron acto de presencia en la sala muy preocupados y haciendo montones de preguntas que aduras penas logré responder, el nudo en mi garganta no desaparecía y sentía que en algún momento estallaría en llanto

Todos nos sentamos de nuevo en el sillón y Elliot me abrazó mientras Grace repetía que todo estaría bien, Cleo no paraba de caminar en círculos por la sala, decía que si se sentaba estaría aún más nerviosa, de un momento a otro se quedó quieta mirando hacia la puerta y todos hicimos lo mismo. Esa cara, esos ojos grises que me miraban con tristeza, con confusión con miedo tal vez de como reaccionaria, no lo dude dos veces antes de levantarme y correr a sus brazos que me apretaron con fuerza, nada más con esa gesto me vine debajo de nuevo. El besó mi cabello y sobaba mi espalda consolándome pero eso nada más me ponía más triste, puso sus manos en mis mejillas para obligarme a mirarlo.

puntos suspensivos  #Wattys2016Where stories live. Discover now