Capitulo 22

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Capítulo 22

-tercera pregunta- habló luego de un momento. Lo medite un instante y respondí.

-¿tu mayor pasión?

-la música- respondió sin vacilar.

Sonreí.

-es tu turno.

-la misma pregunta.

-supongo que... tomar fotografías.

-no suenas muy convencida.

Fruncí el ceño ante su afirmación.

-por qué siempre pareciera que escondes algo, eres como una caja de sorpresas que aún no logro destapar.

-no entiendo por qué te interesa tanto. – brame.

-porque...- se pasó la mano por el cabello exasperado- hay algo en ti que, no sé cómo explicar, maldita sea- rodó los ojos, se acercó peligrosamente a mí y sentí a mi corazón palpitar con fuerza.- es algo que siento que ocultas y es raro pero me siento atraído por eso, siento que hay muchas cosas de ti, cosas buenas, que te niegas a sacar a flote.

Una fuerte vibración recorrió mi cuerpo y a mi mente llegaron miles de recuerdos ¿Por qué los chicos tenían ese poder de volver a una chica pedazos con solo una mirada? O mejor ¿Por qué Will me hacía sentir tan completamente pequeña bajo los encantos de sus intensos ojos grises? Las dudas me invadían y era inevitable no sentirme estúpida por ser incapaz de controlar las extrañas sensaciones.

-tal vez sientes confianza porque nos hemos encontrado en situaciones críticas- respondí casi en un susurro.- tal vez es solo comodidad, una sensación diferente al simple placer que te daba Beverly.

-las cosas no son como piensas y el placer no proviene únicamente del sexo.- expresó.

-suena más a la letra de una canción que a algo que tu dirías.- lo mire fijamente y el me correspondió para luego sonreír y dejar caer la mirada al suelo.

-es posible que la invente y ponga esa frase en tu honor.

Una carcajada provino de mi interior y por un segundo me sentí más cómoda a pesar de su poca distancia.

-me sentiría halagada, pero jamás se lo digas a nadie pensaran que yo te dije lo contrario. No soy la chica mala en esta historia- arrugue mi nariz y el me miró con los ojos achinados.

Se separó de mí y yo suspire frustrada, mi cabeza y mi corazón se encontraban en una constante pelea por quien tenía la razón y yo, simplemente estaba más enredada que nunca.

Eran las 5 am y el cielo empezaba ponerse claro, caminamos el uno junto al otro hablando trivialidades mientras una que otra vez el me lanzaba miradas que me dejaban helada. ¿Qué intentaba este chico?

-sabes es gracioso como siempre que te encuentro estas en apuros. Hoy ha sido una excepción y tengo la esperanza de que sea porque yo he ido a buscarte y sacarte de tu encierro deprimente.

-no vivo en un encierro deprimente, se le llama dormir.-alce una ceja y me cruce de brazos- y sí, he notado que nuestros encuentros no son los mejores.

Cruzamos por una calle en el centro, que a horas del día era muy congestionada, el clima aún era frio y yo me aferraba a mi abrigo con fuerza. Algunas personas ya se habían levantado y estaban abriendo sus negocios, vendedores ambulantes recorrían las calles o se posicionaban en lugares específicos para conseguir clientes. Un hombre con un saxofón comenzó a tocar una melodía lenta y armoniosa, dulce al oído y exacta para el corazón.

puntos suspensivos  #Wattys2016Where stories live. Discover now